Crucé mis dedos mientras entraba en la web de la universidad. Hoy me daban la nota de matemáticas, si no aprobaba, tenia que recuperar en junio, así que recé para sacar aunque fuese un cinco.Me quede algunos segundos pensando en si abrirlo o no, y me decidí a abrir el documento.
Busqué mi mirada para encontrar mi nota.
Apoyé mi dedo en la pantalla del portátil, para guiar mi mirada con el.
Y la encontré.
4,5.
Joder.
Se me cayeron algunas lágrimas de impotencia, a mis padres no les molestaba que suspendiese, pero me decepcionaba a mi misma.
Me sequé las lágrimas con los puños de mi sudadera, y conecté mis cascos al portátil para escuchar música, me puse mi playlist favorita, y me estiré bien en mi silla.
La música me inspira, así que cogí mi libreta y con un lápiz empecé a trazar lo que se me venía a la cabeza, todo tipo de formas, al principio sin sentido, luego lo recobraban al finalizarlo.
Sentí un golpe en mi habitación, pero pensé que era mi imaginación.
Escuche otro, y me aparte un vasco de la oreja para comprobar si estaban llamando mis padres o mi hermano, pero no escuché nada más.
Al tercer golpe me quite los cascos rápidamente y me levanté de la silla para abrir la puerta de mi habitación, pero al hacerlo, no había nadie.
Suspiré, mi imaginación a veces es un coñazo.
Me giré dispuesta a sentarme otra vez, pero contemplaba que una figura se escondía tras las cortinas de mi ventana.
El miedo me recorría el cuerpo.
Podía ser alguien peligroso.
Cogí un paraguas que tenía más a mano y me puse en posición de ataque caminando lentamente hacia la ventana.
Me paré en seco algunos segundos, y abrí las cortinas.
Acerqué el paraguas para defenderme.
Pero detrás de estas, encontraba a un chico pelinegro, no muy alto, y que se me hacía algo conocido, pero con el sueño que traía, me costaba pensar en quien era.
—¿Quien eres y que coño haces en mi habitación? -pregunté apuntándole con mi paraguas
—Tranquila, que no muerdo -alzó los brazos como gesto de inocencia, y se dio el mismo paso a mi habitación.
Me quede flipando.
—¿Pero que haces? -pregunte confusa por la situación.
Seguía apuntándole con el paraguas, y no iba a dejar de hacerlo hasta que me explicase que coño hacia en mi casa un desconocido.
—Vaya, las mates no son tu fuerte -dijo señalando el portátil y yo lo cerré rápidamente.
—Sigo esperando que me digas que haces en mi habitación si no te conozco de nada -digo indignada
—Si me dejas de apuntar con ese paraguas, te lo explico -dijo y yo dejé el paraguas en la mesa, pero no me alejé mucho, nunca se sabe.
—Adelante
—Pues verás, había mucha gente siguiéndome, y mi coche estaba en el taller, necesitaba esconderme, y vi tu ventana y pues aquí estoy -dice con un acento canario que me llama mucho la atención.
—Muy bien, yo también me cuelo en casas agenas y camino como pedro por su casa cada semana, es muy divertido -ironcé
—Nunca mejor dicho -soltó una risita

ESTÁS LEYENDO
Por mi ventana - Pedri González
FanfictionNoa tiene las cosas claras en la vida, bueno, las tenia, hasta que apareció el por la ventana, y nada volvió a ser lo mismo