Ni un esfuerzo

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Narra Noa

Mi playlist favorita estaba soñando a todo volumen, mientras bailaba por toda la habitación, simulando que el peine que tenía en la mano era un micrófono.

Mi móvil suena, es un mensaje de elara, más bien una foto. La abro, y era ella y ansu, este le estaba dando un beso en la mejilla.

Yo le respondo con "mis papis 😍" y sonrió.

—Al final si que tuvo huevos -oigo una voz detrás de mí y me da un mini infarto.

Al girarme me encuentro al canario, con una camiseta negra y unos shorts de chándal blancos, sonriéndome, con esa sonrisa que tanto me gusta.

—Al final te llevarás una patada en los huevos como sigas entrando por la ventana -digo antes de que el me bese.

—Perdón, ya es una costumbre. -dice y yo le doy un golpecito en el hombro —Vístete que vamos a un sitio, yo mientras te pongo música de mi playlist, la mejor -dice y yo sonrió y niego con la cabeza.

Me comienzo a maquillar, poniéndome corrector, rímel, colorete, iluminador y poco más.

Abrí mi armario para buscar el conjunto para ponerme, pero no me decidía por ninguno.

—Déjame ver -dice pedri apartándome del armario, estuvo un rato rebuscando hasta que saco algunas presas de ropa.

Extendió sobre la cama la ropa, era un top negro escotado, con una falda blanca floral.

—Tengo que admitir que no se te da mal la moda -digo despeinándole.

—Soy un maestro de la moda, y de otras cosas -me sonríe pícaramente y yo le dejo un pequeño beso en los labios.

El me sigue el beso, posando sus manos en mi cintura. Nuestras lenguas juegan mientras vamos dejando algunos jadeos de por media para respirar.

Cada vez el beso se vuelve más salvaje, el posiciona las manos en mi culo y me aúpa para dejarme encima del escritorio,mientras yo enredo mi mano en su pelo.

—Pedri -digo entre jadeos

—Noa, eres tan perfecta -dice mientras se separa de mi, mirándome a los ojos.

Cuelo mi mano bajo su camiseta, y noto sus abdominales marcados, eso hace que me encienda más.

—Noa, Elara me ha dicho si esta noche quieres... -escucho como la puerta se abre, y mi madre está detrás de esta, interrumpiendo nuestro beso.

Ella se queda helada.

Nosotros nos separamos rápidamente.

—Mamá, yo... -digo algo avergonzada, pero ella no me deja acabar la frase

—Ni mamá ni hostias, ¿Se puede saber quien es el y que haces besándote con el? -su tono de voz cada vez es más enfadado

—Es pedri, mi ... -digo, pero no acabo la frase, no estoy muy segura de lo que somos

—Soy su novio, señora -responde él por mi.

Yo lo miro sonriendo, y el me devuelve la sonrisa.

—¿Y te crees que puedes colar a cualquiera en casa? ¿Como ha entrado?

—Por la ventana, y no es cualquiera, es el chico al que más quiero -digo algo enfadada

—Estas castigada, no vas a salir en tu puta vida. -dice ella

—¿Que? ¿Porque? -digo imitando su tono de voz

—Por ocultarme que tenia novio, y por estar saliendo de fiesta todos los días, sabiendo que tienes universidad, y que has suspendido matemáticas -dice ella enfadada.

Directo a donde duele.

—¿Es enserio? Creí haber escuchado que no importaba que suspendiese si me hubiera esforzado -le recuerdo

—El único esfuerzo que has hecho es salir de casa para besarte con tu novio, por lo visto

—¿Tu que sabrás de mi esfuerzo? Llevo toda mi vida esforzándome para no decepcionar, y por una vez , UNA, que disfruto un poco de la vida, me castigas sin poder salir? Flipo -digo yo, harta, las lágrimas empiezan a caer de

—Ya basta, tu -señala a pedri — Vete, no te quiero volver a ver en mi casa. -dice mi madre, antes de dar un portazo e irse

—Pero... -dice pedri, algo confundido

—Vete, pedri, no vamos a complicar las cosas -digo sollozando

—No. No voy a permitir que te castiguen por esta gilipollez. -dice yendo hacia la puerta pero yo le paro

—Para, no sirve de nada hablar con ellos

—¿Y que vas a hacer? ¿Estar encerrada el resto de tu vida? -dice algo enfadado

—Ya hablaré con ellos, tranquilízate -digo abrazándole, el me corresponde y me acaricia la cabeza.

—Estoy aquí para lo que sea, Noa -dice dándome un beso en la frente, y saliendo por la ventana.

Me senté en mi cama, y las lágrimas comenzaron a caer. Mi parte débil se mostraba. Como unas simples palabras podían hacer tanto daño.

Me dolía.

Me dolía que mis padres pensaran que no me esforzara, porque todo lo que hago es pensando en cómo lo van a tomar mis padres.

Clases de inglés, de baile, karate, ballet, todo lo que querían que hiciese mis padres, y yo no me iba a negar. Cada día trataba de fingir una sonrisa y me mataba a mi misma para que todo me saliese perfecto.

La única que me entendía siempre era Elara, todos los demás me decían que era mi obligación, que no era para tanto, pero no saben lo jodido que es tener que ser perfecta.

Llame en cuanto me relajé a Elara, que estaba con ansu.

—Hola amore, ¿Que pasa? -pregunta dulce

—Mi madre, me ha castigado, me ha pillado con pedri besándome en su habitación, y me ha dicho que no me esforzaba nada en los estudios -al decir eso, ella suspira

—Joder, ¿Como es capaz de decirte eso? -dice ella

—No le hagas caso, sabemos que te esfuerzas mucho -dice ansu, con un tono de voz tranquilo

—Ya, pero eso no quita que esté encerrada en mi casa -digo molesta

—Voy para tu casa, vamos a hablar con tu madre

—Sabes que no me escucha, le va a dar igual

— A ti no, pero a mi me va a escuchar, vivo prácticamente en tu casa -dice y eso me calma

—Vale, gracias, te amo -digo

—¿Y a mi que? -dice ansu

—A ti también, payasin  -digo antes de colgar

Ahora solo queda rezar.



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perdón por tardar en actualizar, el insti me tiene muy cansada, pero prometo que los capítulos siguientes os van a gustar, os amo 🫶🏻

Por mi ventana - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora