Hestia

31

—Sí, su Alteza.

Pidió a los invitados a la mesa su comprensión.

—Necesito hablar con mi ayudante sobre algo, así que tengo que llevarla por un tiempo. Damas.

Miré a Diana. Estaba levantando la taza como para evitar mi mirada.

Has estado hablando de mí. También eres rápida.

Cuando llegamos a un lugar tranquilo, Helios me gritó.

—¡Tú...!

—...

Cerré la boca sin expresión. No quiero molestar a Helios a propósito, y no quiero simplemente responder.

"Tú", dices. Voy a dejarlo salir por un oído.

—Escucharé de Diana más tarde lo que dijiste. Pero quiero saber de inmediato por qué.

—¿No es el deber de la esposa restaurar el honor de su esposo caído? Eso fue lo que pasó.

Resopló ante la respuesta mecánica.

—¿Crees que escucharé esa excusa de inmediato?

—...

Piensa en ello como una excusa si quieres.

Helios presionó su frente.

—Dime lo que no te gusta, Hestia.

—No es así.

—¿Has estado decidida a luchar contra Diana desde el principio?

—¿Luchar? ¿Cómo me atrevo a pelear con su alteza? Realmente solo quería corregir la opinión pública de Kaelus.

No tengo intención de decirle mi verdadero propósito honestamente al zorro Helios. Incluso si es obvio que no me gustan los dos personajes principales, no debería ser atrapada vengándome de ellos.

—...

Helios me miró a la cara. Que me mires no hará que puedas ver a través de mí.

Se filtró una risa.

—La razón por la que cometí blasfemias contra su alteza es exactamente la misma por la que me está preguntando tanto. Por favor, no me malinterprete.

Entonces esta vez se echó a reír en vano.

—¿Tu razón y mi razón son las mismas? Entonces qué, ¿lo amas?

—Oh por supuesto. Eso es un hecho.

—¡Ja...!

Realmente dije la verdad, pero el hombre frente a mí no parecía creer en absoluto.

De todos modos, la razón por la que Helios me está presionando así es porque después de todo le dije algo malo a Diana. ¿Por qué tienes que arrastrarlo?

—Si su alteza se siente incómoda, la visitaré por separado y me disculparé. No lo hice por malicia.

Me miró durante mucho tiempo y luego escupió.

—... Mantén esa promesa.

Helios se alejó de mí.

De todos modos, como los dos estaban juntos, pregunté sobre la situación del emperador.

—Por cierto, ¿está bien que la santa princesa deje al emperador solo por tanto tiempo? Lo he predicho, pero no sé exactamente cuándo sucederá, así que estoy nervioso.

—En el caso del accidente que predijiste, alguien se lo informará de inmediato.

Helios respondió con un suspiro. Debe haber estado nervioso, para ser honesto.