⁝⊱ CAPÍTULO 5 ⊰⁝

309 20 41
                                        

“OBSESIÓN”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

“OBSESIÓN”

—¿A ti te gusta alguien? —preguntó la pelimiel con curiosidad.

—No, para nada —se apresuró a responder. De ninguna manera le diría la verdad, después de todo, no son amigos—, pero a Koharu le gusta darme consejos y sermones referentes al romance para que a futuro no sufra tanto. Considero que es un poco tonto porque el amor es impredecible, en mi opinión, nunca se está preparado para lo que va a traer el amor a tu vida; alegría, sufrimiento, dolor, dicha... —desvió la mirada.

—Tienes razón, pero pienso que conocer un poco la teoría de aquello que te tocará enfrentar, puede ser bastante útil para aplicarlo en la práctica de alguna forma, a diferencia de no saber nada y comenzar a desesperarte por no saber ni siquiera qué nombre tiene lo que estás enfrentando.

El moreno rápidamente dirigió la vista sorprendido hacia la contraria, pues esta tenía razón, una vez que él entendió porqué se sentía tan extraño al estar cerca del ojimarrón, las cosas se hicieron más llevaderas, al menos sabía a lo que se enfrentaba, y con el tiempo dejó de considerarlo un problema, ya que no era nada de qué preocuparse.
De no ser porque Koharu lo ayudó a entender qué le estaba pasando, quién sabe cómo hubieran seguido las cosas entre él y Satoshi.

—Hablas como si hubieras pasado por eso.

—Porque así fue —soltó una risita—. En fin, ya que nos terminamos nuestros helados, ¿te parece ver lo que te compré?

—¡Sí, por supuesto! Estoy ansioso —sonrió feliz.

Salieron de la heladería para ir a un lugar un poco más privado. Serena le hizo entrega de las bolsas de compra, y el muchacho, muy alegre, comenzó a revisar su contenido sorprendiéndose –gratamente– con lo que veía.
Se trataba de un suéter manga corta de color gris oscuro (casi negro), con bordes y detalles rojos, que le llegaba un poco más abajo de la cintura, y además, en la zona del pecho tenía el estampado de un corazón roto goteando sangre, algo que al ojiazul le pareció irónico, pero no lo mencionó.

Dicho abrigo era parte de un conjunto que consistía en una camisa manga larga negra para ponerse debajo de este, y un pantalón del mismo color. Al moreno le pareció un atuendo más que fenomenal, porque si bien era algo nuevo para lo que acostumbraba a usar, seguía siendo de su estilo, por lo tanto, conservaba su esencia.

—Es un poco gracioso que este atuendo sea similar al que usaba cuando era un niño —mencionó con cierta nostalgia. “Todo era más fácil en aquella época...”.

—Espero que eso no te moleste. Fue en lo que pensé cuando me explicaste lo que querías —sonrió con timidez.

—¿Molestarme? Para nada, al contrario... —abrazó las bolsas de compra—. Me encanta. Me trae recuerdos muy felices —sonrió con un deje tristeza.

CONFÍA EN MÍ | PokémonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora