Tania: Capítulo 4

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El Ángel que bailaba con el Diablo: TANIA ❤👑

🐂Capítulo 4

De camino al palacio, mientras iban en el carruaje, el diablo preguntó:

- ¿Qué le pareció la reunión?

- Muy interesante, ese intercambio de opiniones u argumentos en busca de persuadir al otro es algo fascinante, se siente como un duelo de palabras - respondió, Tania, aún emocionada.

- ¿De verdad le entretiene la diplomacia? Se nota que nació para eso o, al menos, que tiene talento natural, muy diferente a mi... - soltó, mirando por la ventanilla.

- Pero usted lo ha estado haciendo bien... quiero decir, usted...

- Quizás, pero siempre es difícil tomar decisiones que involucren a otros...

《Parece pesarle mucho el hecho de ser Rey, pero entonces... ¿Por qué lo es?》 Se preguntó ella mientras lo admiraba en silencio.

Al llegar al palacio, el Rey le extendió la mano para bajar del carruaje.

- ¿Sabe, princesa? He estado pensando seriamente en lo que me sugirió... - habló él, mientras caminaban por el jardín.

- ¿Sobre qué, su Alteza?

- Sobre lo de buscar una esposa...

Tania percibió su corazón detenerse por un momento.

- ¿D-De verdad?... - preguntó.

- Sí, creo que tiene razón, ya es hora de buscar una compañera, de tener un hijo también, la idea del baile me pareció la mejor opción...

- Oh, ya veo... - soltó con cierta pena quedándose un poco detrás de él - Si lo desea, puedo ayudarle a preparar las invitaciones...

- No se preocupe, ya dejé todo en manos de Milos, de hecho debe estar culminando los detalles.

- Comprendo... - respondió con melancolía al imaginar que su tiempo al lado del diablo estaba terminando.

- Bienvenido, su Alteza. Bienvenida, princesa - los recibió Milos y, al ingresar a la sala principal, Tania pudo comprobar hermosos arreglos de flores decorando el lugar, incluso un elegante piano permanecía a un lado.

- Sí, haré un baile para encontrar a mi futura esposa - dijo el Rey - pero la única invitada es usted, princesa Tania - insistió, volteando a verla con una sonrisa.

- ¿Qué?... - suspiró, incrédula.

Él chasqueó los dedos y aquel piano comenzó a tocar por si solo una encantadora melodía.

- Hoy quiero conocerla a usted, princesa...- insistió ofreciendo su mano.

La joven ni siquiera podía emitir palabra, pero su cuerpo parecía moverse por instinto y terminó tomando su mano.

Ya en el centro del salón, Tania advirtió:

- Y-Yo no soy buena bailando...

- Oh, en ese caso - dijo el diablo y la cargó sobre uno de sus brazos para luego, con su otra mano tomar la de ella - bailemos de esta forma. Disculpe, pero no quiero arriesgarme a que me pise y terminar perdiendo un pie - se burló.

Tania se sonrojó por completo.

- ¡A-Ah, que grosero, ya le dije que lo de la otra vez fue un accidente! - se quejó la joven.

El Rey soltó una carcajada ante su pena.

- Lo lamento, no puedo evitarlo, es usted preciosa cuando se averguenza - insistió aún riendo.

El Ángel que bailaba con el Diablo: Las ReinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora