𝕸𝖆𝖌𝖓𝖊𝖙𝖎𝖟𝖎𝖓𝖌 ||
Rosalie había vivido toda su vida en el pueblo de Gavalton, pero ella deseaba conocer mucho más que solo ese pequeño pueblo junto a su mejor amigo Alexander, eso era una promesa entre ellos.
Todo cambia cuando Rosalie es el...
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" La marimacho y el huérfano"
Una joven de cabellos castaños corría devuelta a su hogar ya que era medio dia y si no volvía justo a tiempo para la hora del almuerzo su madre la regañaría y castigaría de la peor manera, dejándola sin su arco y flecha.
Para suerte de Rosalie, ella llego justo en el momento que su madre estaba saliendo de su casa con el ceño fruncido y dos bolsas en sus manos, lo que significaba que estaba empezando a enojarse por olvidar que debía llevar comida a su padre y su amigo.
— Ya llegue mamá — dijo Rosalie dijo entre jadeos por el cansancio
— Creí que ya no llegarías a comer Rose — dijo su madre preocupada de que su hija se olvidara hasta de comer
— Lo siento, creo que al estar tan atenta en mi practica no me di cuenta de que ya era medio día—
— Ay mi Rose, estoy segura que te olvidarías hasta de dormir por practicar tu puntería en tiro con el arco— bromeo su madre para después cambiar de tema — De todas maneras ya que estas aquí hazme el favor de llevar esta bolsas de comida a tu padre y a Alexander—
Rose solo asintió para pedir a su madre para que empaque su almuerzo también para comer con su padre y su amigo Alexander en la herrería de su familia.
La casa de Rose se encontraba a las afueras de pueblo de Gavaldon y la herrería de su familia se encontraba en el centro del pueblo, así que todo los días debía de dejar almuerzo para su padre y su mejor amigo.
De camino hacia la herrería se podía escuchar unos pocos susurros de la gente, cotilleando acerca de ella, por no ser muy femenina.
Rose paso de largo ignorando cualquier crítica hacia su persona, le molestaba que hablaran mal de ella pero era mejor ignorarlo que pelear con todos aquellos que la miraban comos si fuera un bicho raro.
Pero no era solo cotillear lo único que hacían los habitantes de Gavaldon , si no que en estos días se podían ver ansioso a los padre de los niños ya que en este día en especial , en la noche iba a ver luna roja.
Se dice que una vez cada cuatro años, una especie de niebla roja cubre Gavaldon poniendo roja la luna y llevándose a dos niños a la escuela del bien y del mal.
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Rosalie después de una larga caminata había llegado a la herrería de su familia, la única del pequeño pueblo de Gavaldon, en la entrada de la herrería ella vio a su mejor amigo, Alexander limpiando los herramientas.
— ¡Alex!— llamo al chico
El chico solo hizo un asentamiento con la cabeza devolviendo el saludo.
