𝕳𝖔𝖚𝖘𝖊 𝖔𝖋 𝕸𝖎𝖗𝖗𝖔𝖗𝖘

"Día 1: El primer y accidental encuentro"

(Liv)

Dormí muy poco por haber sobrepensado cada cosa que se aparecía en mi mente la noche anterior. Mi despertador sonó, dejándome con unas enormes ganas de recuperar el sueño perdido, anoche le dí vueltas a todos esos pensamientos sobre la boda, el compromiso con Dann, y también sobre quienes conoceré al llegar a Montreal en algunas horas.
Ya tenía tiempo que no me despertaba tan temprano, aproveché que tenía un par de horas extra y salí con Hunter a correr un rato para refrescar mi mente.

Al regresar comencé a empacar y pensé en dónde dejaría a Hunter estos días, aunque ya tenía al candidato perfecto para ello.
Richard, mi vecino, es un chico amable que me recibió muy bien cuando me mudé al departamento, siempre es atento conmigo y con Hunter. Cuando tengo sesiones contratadas, o la empresa en la que suelo trabajar me llega a encargar fotografías en algún evento, Richard es el primero en ofrecer su ayuda para cuidar a Hunter. También me había invitado a salir en varias ocasiones, luego me compra uno que otro detalle a pesar de que ya le había aclarado mi relación con Dann, sigue creyendo en que llegará el momento en el cual yo termine con Dann y él pueda poner en marcha su "plan seductivo".
No obstante, fuera de sus sentimientos por mí, ambos somos buenos amigos, y es un gran amigo de Hunter, confío en que me ayudará a acompañarlo por una semana.

Faltaba una media hora antes de que Dann viniera por mí para dirigirnos al aeropuerto, ya tenía mi maleta lista, sólo me quedaba despedirme de Hunter y llevarlo con Richard.
Al llegar golpeé su puerta y Rich llegó a abrirla de inmediato, se iluminó su rostro con una brillante y linda sonrisa al verme. Y yo sigo sin entender por qué cada chico con el que me topo me sonríe de esa manera.

-Buen día Liv, háganme el honor de pasar por favor. ¿Deseas un vaso de agua o algo de almorzar?.

Al pasar a su sala, Hunter fué el primero en abalanzarse hacia el sillón, mientras yo dejaba la maleta con las cosas de Hunter y sus platitos de alimento.

-Gracias Richard, vengo rápido para dejar a Hunter, Dann llegará en algunos minutos y no le gusta mucho la impuntualidad.

-Vale vale, aunque me hubiese gustado que te quedaras otro rato más-. Me lanzó una sonrisa coqueta. -Y bueno, ¿de qué va todo eso? ¿Por qué las repentinas ganas de tu novio por llevarte con su familia hasta quién sabe dónde?.

Me senté junto a él en la cocina sin saber tampoco la respuesta, me preguntaba lo mismo yo también.

-Honestamente tampoco sé el porqué después de tantos años sin que Dann haya querido verlos o hablar de ellos, quiere retomar sus viajes familiares, pero supongo que será algo que ocurrirá más seguido ahora que nos vamos a casar.

Mientras hablaba de ello, regresó mi pequeño miedo al pensar sobre nuestro futuro, sobre mí futuro. Se siente como si todo ya estuviese escrito y no hay marcha atrás.

Richard sólo me observaba mientras mi expresión se iba tornando decepcionada al divagar profundamente por todas mis inseguridades, así que decidió cambiar el tema preguntando sobre la medicina de Hunter.
Necesito aprender a controlar mi pensar y mis expresiones, no puedo reflejar esa inseguridad cuando esté con los Anderson en Montreal, no quiero que sospechen de mis sentimientos hacia Dann, y mucho menos él, no lo merece. Necesito desaparecer toda esa desconfianza de mi cabeza, sólo me estoy haciendo daño, y no quiero hacerle daño a Dann también.

Nos quedamos charlando un rato Richard y yo sobre Hunter hasta que recibí un mensaje de Dann, ya estaba esperando afuera en su lujoso auto. Tomé mi maleta y me despedí de Hunter, antes de irme también me acerqué a Richard para despedirme.

-Muchas gracias por cuidarlo, y gracias por la ayuda que me has brindado desde que nos mudamos, no sé qué haría sin mi gran vecino y amigo-. Me acerqué a la puerta y levanté mis maletas para salir del departamento. -Espero que el viaje vaya como lo planeado y todo se ponga mejor conforme pasen los días.