Jeff comenzó a disfrutar hacer preguntas sobre lo que había ocurrido entre Barcode y su padre, abusando en general, sólo para ponerle las cosas difíciles a Barcode.
Por supuesto, no sabía que en realidad estaba actuando de manera posesiva.
Una noche, mientras se comía las tetas de Barcode, incluso soltó los pezones y preguntó maliciosamente:
—¿Mi padre alguna vez ha probado el sabor de tu leche?
El rostro de Barcode se enrojeció al instante, parecía un poco sorprendido y nervioso, pero finalmente se limitó a apretar la nuca de Jeff y manteniendo la firmeza de un adulto, dijo en voz baja:
—Eso no es algo que deberías preguntar...
Entonces, el joven Alfa mordió el suave y sensible pezón entre los dientes, jugueteando con él mientras usaba la punta de su lengua, estimulando el orificio de la leche para que se abriera y se contrajera, dejando la leche fluir cómodamente.
Los dedos de los pies de Barcode se curvaron silenciosamente, y tuvo que morderse el labio inferior con recato para no hacer ruido.
Jeff volvió a soltar el pezón y dijo:
—Debe haberlo hecho, tienes los pezones tan grandes, al menos los ha lamido.
Habló con el ceño fruncido, era casi como si quisiera arrastrar a Barcode al baño y darle un buen lavado a esos dos grandes senos, para quitar el olor que el otro Alfa había dejado en su interior: un espeso aroma a pino que era difícil de detectar sin oler de cerca.
—Odio cómo huele. —Jeff dijo indignado.
Barcode no hizo caso a sus palabras y sonrió en cambio, besando la parte superior de la cabeza del joven Alfa con ternura:
—Me gusta cómo hueles.
—¿A qué huelo yo?
—Cómo a un pino después de la lluvia.
Al fin y al cabo, Jeff seguía siendo parte del linaje de su padre. Todos los Alfas de su familia se caracterizaban por tener feromonas pertenecientes a una gama de olores forestales.
—¿Lo sientes a través de mí? —El joven Alfa dijo.
—Te amo más. —Barcode susurró.
Al principio, cuándo Jeff escuchó esto, no dijo nada. Después de meditar con cuidado en sus palabras, una ligera luz inundó sus ojos oscuros, sin embargo, mantuvo su rostro deliberadamente tranquilo. Incluso frunció el ceño para reforzar su tapadera:
—No te creo.
Barcode volvió a besar a Jeff, y esta vez el suave beso se posó en la frente del joven Alfa.
Barcode no continuó con el tema, y en cambio dijo:
—Bebé, ¿puedes tomar más leche? Ayúdame... a sacar el resto...
Jeff sólo pudo dejar de indagar acerca del asunto, volviéndose para decir:
—Sólo soy un extractor de leche para ti, ¿verdad?
Barcode lo miró inocentemente:
—Por supuesto que no...
—¿Alguna vez has usado el extractor de leche?
—...Hmph. —Barcode asintió suavemente.
—¿Dónde está? Nunca he visto cómo funciona uno, ¿puede madre enseñarme cómo funciona?
De repente, el joven volvió a emocionarse e incluso retiró las sábanas para levantarse y salir de la cama.
Barcode no tuvo más remedio que acceder a su petición:
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Milk Thief (+18) ||JeffBarcode||
RomanceJeff no había regresado a casa durante los últimos dos años. Ahora, mientras caminaba por la alfombra marrón oscuro de la mansión, no podía oír ningún ruido. Sin embargo, el olor a leche estaba por toda la casa. Sí, el olor a leche. © Adaptación, to...