CAPÍTULO CINCO.

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05|  De nuevo en Beacon Hills

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|  De nuevo en Beacon Hills.  |
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La incomodidad mezclada con la tensión hacia del aire algo tajante y roto, ni Alice ni Allison habían sido capaz de entablar conversación alguna desde que la rubia mostró tanta inasistencia por ser quien la llevará a casa y más tarde estarían las dos en los asientos traseros de un taxi, en completo silencio.

-Yo...

-No tienes que agradecerme. -La interrumpió la pequeña Lockwood, concentrándose en responder los insistentes mensajes de Jess, que en su mayoría, eran quejas y maldiciones por haberla dejado sola en el mejor momento de la fiesta.

-Lo haré de todas formas. -Se encogió de hombros la castaña, tomando la respuesta tajante de la adversa como una señal para detener la conversación ahí, si es que a ello se lo podría llamar conversación. Sin embargo, la espinilla sobre lo sucedido en la fiesta no dejaban en paz sus pensamientos, e incluso siendo ignorada por quien la acompañaba, preguntó: ¿Tú sabes que le sucedió a Scott? Se fue de la nada.

-¿Por qué debería saberlo? Es tu novio, no el mío.

Y ahí estaba de nuevo, mismo tono y misma personalidad antipática que Allison detestaba, y es qué en las pocas interacciones que habían tenido ambas chicas, ninguna tuvo grata experiencia.

-En primer lugar, no es mi novio. -Aclaró. - Y en segundo, te preguntó esto porque siempre estás detrás de Scott, ¿No deberías saber que le sucede al menos?

Aquello había sido un golpe muy bajo, uno que logró enfurecer a la joven Lockwood, ¿Cómo se atrevía Allison a siquiera insinuar tal barbaridad? ¿Alice detrás de Scott McCall? Estaba loca.

-Para tener esa carita de angelito resultaste ser una maldita víbora. -Allí estaba, la razón por la que Alice portaba su apellido con todas y cada una de sus letras. El carácter y las duras enseñanzas de su madre reflejándose en cada palabra mientras sin ninguna clase de suavidad la ponía en su lugar. - No estoy detrás de Scott, no me interesa él en lo absoluto, pero si todo lo que trae consigo y si tú eres tan estúpida como para no notar esas cosas, es tu problema. - Siguió, ignorando la mirada respectiva de la castaña, quien escuchaba anonadada el ataque mientras al mismo tiempo que el enfrentamiento o debate sucedía, el conductor se detenía frente a la casa de los Argent.- Pero si esto se trata de una estúpida escena de celos, cariño, no tengo la culpa de que tu chico no sepa apartarme los ojos de encima. Ahora piérdete, mi boleto de amabilidad contigo ha caducado por hoy.

Allison no supo que decir, la humillación y la molestia se alojaron en su pecho, y aunque quiso gritarle mil cosas más, algo en sus palabras fue cierto. Alice no tenía la culpa de que Scott estuviera tan ligado a ella, y eso, por sobre todas las cosas, la volvía loca.

Sin decir una sola palabra, se bajo del auto, asegurándose de golpear exageradamente la puerta del taxi al hacerlo, y así, camino hacia el interior de su casa, fingiendo no estar afectada por la rubia en lo más mínimo e ignorando también el bocinazo acompañado de quejas cuando el conductor detonó su molestia ante la forma en la que había azotado su puerta.

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