"Problems"

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Achuchones se sentía sumamente confundido, ¿Hermanos? ¿Gordi y Azulin? Aunque no se parecían en nada, en nada, ¿Cómo es que alguien tan mierda fuera hermano de alguien tan gentil? No tenía siquiera sentido alguno...podía notar que Gordi apreciaba muchísimo a su hermano, puesto a que lo defendió a pesar de que este lo había ofendido, y bueno, si, Gordi estaba algo llenito pero ni siquiera el, siendo tan vanidoso y extravagante le hablaría de esa manera a alguien tan amable...
Volvió a su casa aún confundido, se sentía incluso un poco frustrado, pero apenas llegó se encontró con la cálida sonrisa de su madre esperándolo en la cocina, ambos se saludaron dándose un beso en la mejilla y el chico optó por sentarse en el comedor mientras veía a su madre preparando la comida.

—Cariño, te ves algo molesto, ¿Hay algo que te frustre? Recuerda no fruncir el ceño o tendrás arrugas.—Dijo su madre con preocupación mientras que se volteaba unos segundos a verlo.

—No no, no es nada mamá, solamente que tuve una noche algo...dura, y me siento un poquito cansado, mejor iré a tomar una pequeña siesta.

—¿No desayunarás antes?

—Oh, ya desayuné en casa de un amigo, preparó una tarta de arándanos muy rica!

—Vaya! Eso suena delicioso, deberías invitar a tu amiguito algún día...pero bueno, ve a descansar, te despierto en cuanto la comida esté lista.

—Claro mamá, te quiero.—El chico se puso de pie y besó la frente de su madre para después subir las escaleras.

Ambos se llevaban demasiado bien, el padre de Achuchones se había ido desde que este era un bebé, pero el y su madre siempre salieron adelante juntos, el la admiraba por ser una mujer fuerte y bastante independiente además de elegante, la gente la apreciaba y aunque varios llegaban a pretenderla ella no le daba importancia a eso...no como Achuchones que el se iba con el primer idiota que le dijera cosas dulces al oído, tal y como fue el caso de anoche, Azulin le parecía atractivo pero bastante grosero, y aún así dejó que le metiera su estúpido pene, aún le dolía el ano por aquello...pero el chico de cabellos verdes ya no quería pensar en ello así que una vez que llegó a su habitación se acostó en su cama y dejó salir un suspiro pesado y de frustración, sentía bastante odio hacia aquel idiota, pero su madre tenía razón, si se frustraba demasiado iba a acabar con arrugas, así que tan solo se acomodó bien y cerró los ojos para finalmente quedarse dormido tras unas horas.

...

Azulin ya se había dado un baño y comido lo que Gordi preparó para el, obviamente no le dió las gracias y le hizo calentarle la comida de nuevo, pero en el fondo, Gordi sabía que su hermano estaba agradecido por ello, ¿No? Y el, el era feliz de ayudarlo...
Su padre llegó después de unos minutos oliendo a alcohol y cigarro, lo normal, pero como siempre, llegó solo preguntando si Azulin se encontraba bien, si ya había comido y todo eso, a lo que Gordi tan solo se dignó a asentir para después servirle de comer a su padre, y el se sentó junto a este para hacerle compañía.

—¿Y que tal estuvo su día?—Preguntó el padre de ambos mientras comía tranquilamente.

—Pfff, algo cansado aunque, obviamente Azulin la pasó peor, tuvo una resaca muy fuerte...además, un conocido mío lo hizo enfadar mucho, pero porque no entendió bien la situación de Azulin...

—Sabes que solo tu hermano tiene permiso de invitar gente a la casa...le molesta cuando tu y yo traemos visitas...

—Lo sé, lo lamento mucho...

Hubo un silencio bastante incómodo después de esa conversación, pero es que Gordi nunca fue tan apegado a su papá, y su padre, era un hombre de pocas palabras...una vez que este terminó de comer, agradeció por la comida y le entregó los platos sucios a su hijo para que los lavara...y es que el mayor estaba algo agotado, había bebido tanto después de perder una apuesta, su frustración era mucha ya que ser pescador no le dejaba tanto dinero como antes, y aún tenía dos hijos que mantener, Gordi solía hacer mandados o postres para venta, y de ahí conseguía dinero, pero Azulin...el tenía problemas en encontrar un puesto realmente bueno donde le dieran la paga que merecía...algo cansado pero aún con ganas de ver a su pequeño, el padre de aquel idiota de cabellos azules se detuvo frente a la puerta de su habitación y sonrió ligeramente dando 3 golpes ligeros a esta...no hubo respuesta, así que abrió la puerta viendo ahí a su hijo sentado en la cama leyendo un libro.

Me perteneces, hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora