ESPACIO LIMINAL (Ichigo x Rukia)

Obra 14: Momento de silencio

Ichigo se da cuenta pronto de que Rukia tiene una boca sucia. O lo haría, de todos modos, si dejara que las palabras salieran.

Es algo gracioso.

Cada vez que las cosas se tuercen, ella grita y regaña y hay pequeñas pausas en las que  la mierda  y  la mierda  encajan fácil y descuidadamente en su lugar, y a pesar de la gravedad de la situación, o la molestia de recibir una conferencia, eso lo hace sonreír un poco porque Rukia está pasando por algo: elegante, remilgada y apropiada, y saber que se está censurando a sí misma activamente significa que es más una mocosa debajo de todo lo que finge.

A veces, sin embargo, los espacios deliberados crean espacios para preguntas: como por qué se esconde, por qué finge, por quién se censura exactamente.

Obtiene su respuesta después de Renji y Byakuya, y la Sociedad de Almas.

Allí, frente a personas que la han conocido durante toda su vida, Rukia es la dama perfecta, irreprochable en todos los sentidos: perfecta, sin emociones y fría, tomando su castigo y su abandono por parte de sus supuestos seres amados con tranquila gracia y dignidad. E Ichigo lo odia .

La ha visto reprimir las obscenidades cuando las cosas la frustran; la ha visto apretar físicamente la mandíbula cada vez que le grita con la acusación de que estaba siendo descuidado; sabe el color exacto de sus ojos cuando está tan cerca de maldecirlo.

Y quienquiera que sea esta chica, no es la Rukia que él conoce.

Pero ella tiene la misma cantidad de cabello oscuro; la misma constitución ligera, parecida a la de un pájaro; el tono familiar de los ojos azules; la boca del capullo de rosa, y luego susurra: "Joder, no".

Casi se cae, y dado que había hecho una gran entrada en el puente, y luego procedió a pasar rápidamente junto a ella porque no se le ocurría nada que decir, es seguro asumir que Ichigo ha perdido suficientes puntos interesantes como es.

No ayuda que haya imaginado mentalmente todas las formas en que Rukia finalmente pronunciaría las palabras, algunas en formas no tan PG, pero eso es entre Ichigo y su mano derecha. Sin embargo, lo más probable es que Ichigo siempre esperó que ella pronunciara las palabras porque estaba demasiado indignada para detenerlo; ella sería ruidosa y regañona, y un dolor general en el trasero.

En cambio, Rukia sostiene su cuerpo con fuerza, asustada y pequeña; hay un sutil temblor en sus miembros. Ichigo nunca la había visto así. Y cuando finalmente levanta la vista para encontrarse con su mirada, su línea de flotación está bordeada de rosa y está... está  llorando . Pero si él piensa que ella no está furiosa, tiene otra cosa por venir, “Idiota, maldito idiota. ¡No deberías... no deberías estar aquí! ¡Ellos… te matarán!”

"Te estoy salvando", protesta, reprimiendo el impulso de suspirar y sonreírle mientras su exterior helado se derrite ante todos y cada uno; sus ojos brillan, sus nudillos se ponen blancos, y todo en ella dice que lo asesinará mientras duerme. Ichigo nunca ha estado tan aliviado, incluso cuando explota: "¡¿Qué creías que estaba haciendo, idiota?!"

Rukia no espera una respuesta antes de irse por la tangente; maldiciendo a Urahara y Yoruichi, y ordenando a Ichigo con amenazas de daño corporal, hecho más gráfico con cada tiempo de joder  y  mierda  que se le ocurre que es gramaticalmente correcto y vívido como el infierno, y diciéndole que se  vaya a casa .

Si se preocupara por alguien más, se daría cuenta de que Renji y Byakuya se ven visiblemente desconcertados por el idioma, tal como está, todo lo que Ichigo sabe es que se ve estúpidamente enamorado.

No será la primera vez que Rukia le maldiga.

No se molesta en fingir que ya no hace eso, aunque deliberadamente no lo hace con nadie más.

Y aunque está aliviado de que Rukia no encuentre la necesidad de filtrarse a su alrededor, al menos Ichigo puede admitir que lo prefiere mucho más que cuando ella suspira las palabras en su piel o jadea hacia el techo.