ESPACIO LIMINAL (Ichigo x Rukia)

Obra 8: Todas las formas en que sucede

Están parados en el pasillo de la tienda de comestibles, discutiendo sobre la necesidad del cereal Chappy porque Rukia no entiende el concepto de un presupuesto, y el equivalente de Byakuya a una tarjeta dorada en el mundo viviente no ayuda. En serio, tratar de enseñarle finanzas es una pesadilla, e Ichigo no puede creer que tengan esta discusión cada vez que necesitan alimentos.

"Tenia que tomar el Hollow por mi cuenta". 

"Y podría haber ido contigo". 

"Acabas de regresar de ese examen de mierda, además, yo estaba  allí". 

“Fuiste descuidado, y tuve que llorar sobre tu cuerpo 'muerto' hasta que regresaste”, le recuerda, logrando sonar triunfante y poco impresionada al mismo tiempo.

“Bien”, suspira, “lo que sea. Conseguiremos el cereal. 

"Naturalmente", declara como si toda esta canción y baile hubieran sido una pérdida de tiempo porque ya sabían que ella se saldría con la suya, y él jura que,  la próxima vez, no cederá. 

Aunque probablemente lo hará. 

Ese es el problema de Future-Ichigo. 

"¿Qué estás de humor para comer más tarde?" pregunta ella, contemplando su teléfono: la pantalla inclinada para que él pueda ver la aplicación de notas y la lista que se les ocurrió antes de salir del apartamento. Es principalmente cosas para el desayuno y la cena, algunos artículos de tocador. Suelen almorzar en el campus excepto los jueves, cuando ninguno de los dos tiene clases y Rukia no está trabajando en la cafetería de la esquina. 

"¿Italiano?" 

“Siempre eliges comida italiana”, se queja, pero ya cambió las aplicaciones al sitio web del restaurante y examinó el menú, le leyó las opciones y le hizo comentarios mientras recorren la tienda. 

"Bien, hamburguesas", decide, escarbando en el congelador en busca del helado que quiere, enganchando la pequeña caja de las  cosas buenas  que Rukia prefiere. (En serio, ¿cuál es el punto de su presupuesto?)

Empujando el carrito, ella protesta: "¡Pero ya elegí lo que quiero comer!" 

“Pero ahora quiero pizza”. 

Su ceja hace tictac. "Hay pizza en el restaurante italiano".

“No es el que me gusta”, responde él infantilmente.

Lo que inicia toda una discusión que termina con Ichigo sonriendo y Rukia mirándolo y acusándolo por las compras que están transfiriendo a la cinta transportadora: "Estás siendo molesto a propósito". 

Él no lo niega, y aunque ella suspira con exasperación, es seguido por un cariñoso gesto con los ojos en blanco y un codazo para que se aparte del camino para que pueda pagar el total. (Es por eso que no necesitan un presupuesto). 

“Ustedes son lindos”, dice la cajera, “siempre los veo venir. ¿Cuánto tiempo han estado juntos?” 

"Desde que tenía quince años", responde Rukia fácilmente, y la cajera mueve la ceja hacia Ichigo. 

"Una mujer mayor eh?,  linda ". 

"No tienes idea", le dice Ichigo, y solo más tarde, cuando están en casa, ordenando las compras y cambiándose porque Rukia tiene un turno e Ichigo tiene una clase a la que asistir después de almorzar, Ichigo se da cuenta de cómo eso suena - y - y no le molesta. 

Que la gente crea que están saliendo. Que todos asuman automáticamente que él es de Rukia y que Rukia es suya. Que se vayan a casa juntos. Que se peleen por la comida y las tareas tontas y qué ver en la televisión. 

No le molesta que la persona en la que más confía en el mundo esté a su lado, que siempre esté de su lado, que le confíe su vida, en vivirla y luchar por ella. 

No le molesta.

Ni siquiera un poquito. 

No puede imaginar una vida sin ella, no ha podido desde que ella llegó. Y aunque nunca ha pensado realmente en una vida "normal" desde entonces, con shinigami y Hollows, pero de alguna manera tienen una juntos, una vida que lo abarca todo: caza de Hollows, clases, almuerzos en restaurantes italianos y compras de comestibles. una vida que Ichigo no pensó que querría hasta que ella lo convenció de ello. 

Y no tiene que mover todos los hilos para ver a su familia, no tiene que preguntarse si sería algo más que un luchador o un guerrero. 

Rukia le había dado eso, ya cambio, él le había dado esto: su apartamento, su hogar, su vida e Ichigo - Ichigo no quiere eso con nadie más.

Y ella... ella lo ama. 

... por lo que él sabe ...

Ella se lo dijo hace un par de meses porque siempre ha sido más rápida con este tipo de cosas, siempre se da cuenta de las cosas antes de que él se dé cuenta, y se lo dijo sin esperar escucharlo de vuelta, y no se había sentido decepcionada de que él no lo hiciera. 't. No porque no lo hiciera, simplemente…

Él era mejor mostrándolo, cuidándola, protegiéndola, haciendo cualquier cosa que pudiera para hacerla feliz. 

No lo dijo en ese entonces porque no era suficiente, y se preguntó por qué lo pensó durante tanto tiempo hasta hoy. 

Hasta. 

Oh dios, no lo dijo porque no lo dijo de la misma manera.

“¿Ichigo? Oye, ¿estás bien? Ella lo mira, con un surco entre las cejas, las manos alrededor de él para llamar su atención, para castigarlo, en caso de que esté teniendo un ataque de pánico, en caso de que no esté bien y...

Ichigo dice: "Te amo". 

Rukia parpadea. "Sí. Lo sé." 

"No. Quiero decir. Te amo."

Parpadea de nuevo, deja que lo procese, y ya está sucediendo, así que es demasiado tarde para entrar en pánico porque ella no siente lo mismo, pero eso no impide que Ichigo se asuste de todos modos cuando la comprensión surge en su expresión. 

Afortunadamente, todo lo que sucede es que sus ojos se suavizan, y sus manos se aprietan alrededor de las de él en un apretón, y luego repite, cariñosa y divertida como si supiera todo el tiempo:  "Lo sé".