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En plena madrugada, unas inmensas náuseas la invadieron.

Levantándose con rapidez, fue corriendo hacia el baño sintiendo el vómito en su garganta.

Y cuando llegó, lo soltó todo, y fue el peor vómito qué hizo en su vida.
Tanto así, que pequeñas lágrimas cayeron de sus ojos.

Soltando pequeñas arcadas, notó el color extraño que tenía el vómito, algo que jamás había visto.

Era marrón, completamente marrón, un gran miedo se le hizo presente cuando pensó que podía haber defecado por la boca.
Y de nuevo, volvió a vomitar por la asquerosidad que acababa de pensar.

Con un pequeño mareo, se levantó del suelo y se lavo la boca con rapidez.
tenia miedo, mucho miedo, ¿Esto era producto de sus órganos faltantes?

No.. Aún no podía morir, tenía 21 años aún.
Era joven, ¡Muy joven!, le faltaban 4 años más de vida.

Quería conocer a alguien, enamorarse e intentar formar una familia.
Y tan solo pensar eso, recordó las veces que Tomioka aparecía en su habitación por las noches.

—Oh no..—Pensó aterrada, ¿¡Estaba embarazada?!

No quería suponer tan rápido, pero su mente daba vueltas y vueltas que no la hacían pensar con claridad.

Caminando con dificultad a su habitación, rezaba internamente de no haber llamado la atención de alguien.

Tan solo.. Deseaba de que no fuera un embarazo, que sea solo una comida que le cayó mal.
Por favor.. Ella no puede tener un hijo.
Mucho menos que sea de Tomioka.

Al siguiente día, los vómitos no habían parado

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Al siguiente día, los vómitos no habían parado.

Y Kanao se había dado cuenta que algo no andaba bien con ella.
Así que cuando Sanemi menos se lo espero, la azabache la vió cuando ella vomitaba.

—¿¡Shinazugawa?!, ¡¿Estás bien?!—Preguntó preocupada, la albina rápidamente levanto la cabeza completamente paralizada.

¿Qué iba a decir ahora?, ¿Que podía hacer?, Kanao ya lo sabía, no podía inventar una excusa.

—Me.. Siento mal..

Kanao se sentó a su lado, dándole pequeñas palmadas en su espalda, la miro con preocupación.

—¿Desde hace cuanto que tiene estos síntomas?

Sanemi callo sus palabras mordiendo su labio inferior, Kanao frunció ligeramente el ceño.

—Shinazugawa-San, puede confiar en mí, ¿Lo sabe, no?

—..Kanao.. Creo que estoy embarazada..—Confesó entre sollozos.

La azabache trago en seco, abriendo los ojos como platos, de repente el mundo de había detenido.
Dando leves parpadeos, rápidamente retomó su postura y miro a los ojos a la albina.

𝙎𝙐𝘾𝙆 𝙄𝙏 𝙐𝙋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora