Una historia inspirada en la canción "Suck it up".
Donde Muzan aún no fue derrotado, la mayoría de pilares han muerto y los demonios siguen acechando.
Sanemi volvió a sentir el I̵͔͎̳̮̾͛̆n҉̠͖͍̘̓̆f҉͉̜̝̘̙̄̑i҈͍̞̪̲͐͆̆̚ë̶͖͓͕̯̑r҈̦̫́̈́n҈̩̪͇̆̎o҈̫̖̂͑̃͆̄.
⚠️Ab...
Saliendo de aquella lujosa mansión, se mantuvo cabizbajo y con la mirada perdida.
El nuevo patrón había charlado con el por las acciones que había cometido y le había dado dos opciones;
Recibir tres castigos que serán decididos por los pilares de la flor, del trueno y de la bestia.
O abandonar el cuerpo de cazadores de demonios.
Obviamente su orgullo le impedía aceptar lo último, pero tampoco quería aceptar los tres castigos ya que seguramente;
Lo humillarán de las peores maneras.
Caminando sin rumbo alguno, recordaba cada palabra que salía de la boca de ese niño.
'Eras un gran pilar, ¿Por qué hiciste eso?'
'¿Cómo te enteras te?' Había preguntado Tomioka.
'Kanao se presentó aquí y me lo contó todo'.
Oh joder, como odiaba ese nombre. Lo odiaba más que nada en su vida, esa maldita mariposa había arruinado todo.
Si tan solo... Si tan solo ella hubiera muerto y no Shinobu.. Si tan solo Shinobu hubiera sobrevivido, nada de esto estaría pasando y seguramente estaría formando una hermosa familia junto a ella.
...
—Familia...—Tomioka alzó la mirada al recordar algo.—Bebé...—El bebé que estaba dentro de Sanemi, era suyo.
¡No, no!, El lo negaba, nunca aceptaría a ese error. ¿Un bebé con Sanemi?, ¡Jamás!, jamás...
—¿Giyuu-San?—Una hermosa niña de ojos rosas lo miraba con preocupación—¿Que te dijo el patrón?
—Nada... Nada importante.—Dijo en un tono firme, mirando al frente.—Nezuko... Prométeme algo.
—¿Si?
—Prométeme... Que no le harás caso a las cosas que dicen de mi, prométeme que ignorarás todo eso y te quedarás a mi lado.
—¡Lo-o prometo!, ¡Me esforzaré mucho para convertirme en la futura pilar del agua!, ¡No lo defraudaré!
Eso es algo que amaba de los Kamado; Su inocencia y estupidez.
Nezuko era tan fácil de manipular a estas alturas, ya que ella confía mucho en el y sabe que le será leal.
Además... Ella sigue sus órdenes.
—Nezuko, hazme un favor.—Tomioka se acercó a la menor, agachándose a su altura y tomándola de la barbilla.
—¡Si!, ¿Que necesitas?—Preguntó con entusiasmo.
Tomioka sonrió malicioso.
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