028. 𝗥𝗘𝗖𝗨𝗣𝗘𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡

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                                      Julia;

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                                      Julia;

Los primeros días de recuperación de Pedri fueron duros. Los médicos venían a mi departamento a verlo cada dos días, y estaban alrededor de una hora aquí.

Gavi, Ansu, Ferran, Ale y algunos más compañeros de el Barça habían venido a visitarlo. Más que nada Gavi. El sevillano se pasaba horas en el depto junto a Pedri.

Por un lado me gustaba que viniera, Pedri a veces se sentía solo y aburrido. Solo por el hecho de que yo iba a la universidad y hacia otras cosas. Aburrido porque se la pasaba jugando FIFA solo.

— ¿Gavi hoy vendrá? —le pregunté al canario mientras me sentaba en el sofá suspirando.

— Nop, está entrenando para el partido —contesto mientras me miraba con una sonrisa.

El barça se enfrentaría la semana próxima contra el Manchester United en su cancha.

— Oh, vale —conteste mientras tiraba mi cabeza para atrás.

Había llegado hace minutos de la universidad, estaba agotada.

— ¿Estás muy cansada? —pregunto mientras se acercaba aún más a mi.

Asentí en silencio. No me apetecía ni hablar.

— ¿Vamos a tumbarnos?  —murmuro cerca mío.

— Solo un rato, Javier vendrá en un rato —le recordé y el asintió.

Javier era el médico que atendía desde casa y se encargaba de llevar la lesión de Pedri.

— Venga, vamos —dijo sonriente mientras se levantaba de el sofá y extendía su mano hacia mi.

Tome su mano sin pensarlo y el me levanto del sofá. Ambos caminamos hasta la habitación y al llegar allí nos tumbamos en mi cómoda cama.

— Te extrañe —dije dándole besos a la almohada.

Pedri a mi lado carcajeo y luego de unos segundos me miró mal.

— ¿Y a mí no? —hizo puchero.

Me reí levemente, remoje mis labios antes de dejar un beso en su puchero. El soltó una sonrisita.

— A ti también, celoso.

— ¿Celoso yo? —dijo indignado.

Reí levemente al verlo con su ceño fruncido.

— Sí, celoso tú.

— Celosa tú —contraataco.

Rode los ojos y golpee suavemente su brazo con mi puño cerrado.

— ¿Quien fue el que se puso celoso cuando Martín me trajo a casa? —ataque mirándolo divertida.

— Una vez es aceptable, ¿pero dos veces? Ese chaval algo quiere —rodo los ojos.

𝗖𝗔𝗡𝗔𝗥𝗜𝗔𝗦 | pedri gonzález ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora