Kiss me now that i'm older [Riquelme y Aimar]

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Apenas se despidió de Pablo fue directo a su casa con una mueca en su rostro, y es que estaba preocupado por Aimar la forma en la que su humor cambio repentinamente, esperaba que no fuese nada en serio grave y que se encuentre bien. Aunque no podía omitir ese bienestar que sentía dentro suyo que le generaba su compañía

Hoy más temprano en el cine tal vez se perdió un par de veces en el rostro de Pablo, la forma en la que mira entretenido la película, sus sonrisas y esos ojos amielados en la obscuridad de la sala de cine... Ay por Dios que pendejo hermoso

No pudo dejar de pensar en el durante todo el camino a así casa. Al llegar se apresuró a ir a su habitación para cambiarse para ir al taller, no quería hacer esperar a su viejo. Se puso sus pantalones cargo azul oscuro y una camiseta gris que usa para trabajar y salió de la casa directo para el taller. Llevaban haciendo eso un par de meses, casi medio año, bueno desde que paso lo de su mamá. El papá de Román trabajaba de lunes a lunes todo el día, hasta que Román se ofreció a ayudarlo y llegaron al acuerdo de que el más chico de los Riquelme trabajaría las tardes después de la escuela hasta las 6, y a esa hora el mayor volvería para trabajar hasta las 12.

Aunque al hombre mayor le ponía muy mal no poder darle a su hijo el lujo de poder centrarse solamente en sus estudios no era posible hacerlo. Hace aproximadamente un año y medio la madre de Román había enfermado gravemente de un cáncer que lamentable no pudieron detectar a tiempo y eso lo llevo a ser incurable, además de que la familia no contaba con los recursos, y bueno ahora faltaba la presencia de esa adorable y amorosa mujer.

Dicho sea de paso la mujer toda su vida trabajo como cocinera, así junto a su esposo eran el sostén de su pequeña familia y ahora que no estaba era más difícil en todos los sentidos, tanto emocionalmente como de forma económica. Román y su padre tenían una muy bonita forma de llevarse desde siempre, envidiable para muchos adolescentes, pero ahora que su madre ya no estaba todo era distinto, no que se hayan peleado, distanciado o algo por el estilo. Pero, se podía sentir la tristeza en las acciones de ambos, aunque el más pequeño últimamente está superando el duelo por así decirlo, el hombre mayor aun no podía, se sentía lo agotado que estaba y eso le partía el corazón al adolescente que en esta situación se sentia como una niño chiquito que solo quería un abrazo de su papá y bueno también se su mamá.

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Llevaba un par de horas trabajando, había prendido la radio y sonaba de fondo alguna canción de una banda punk de la que no sabía nombre. Estaba poniéndole un parche a una goma muy concentrado cuando escucho un chiflido acompañados de golpes rápidos al portón de chapa.

Su amigo Martin como de costumbre venía a hacerle compañia y romperle las bolas -romiii, yo a vos te voy a matar- le gritaba mientras se acercaba sacándose la mochila -a quién vas a matar vos rubia!- le respondió Román dándose la vuelta para encontrarse con su amigo que tenía puesta su mejor cada de indignación.

-ah! Mira como me tratas, y yo que te estuve esperando en la parada del colectivo afuera del colegio- dijo con dramatismo -casi me ve la conchuda de la directora!! Y todo para qué??? Para nada resulta que no estabas- se llevó una mano al corazón y con la otra le dió un zape en la nuca a su amigo

-ehh para loco- se quejo el chico de pelo negro -y para que querías verme? Me extrañaste un día sin estar con vos trolazo?- se burló entre risas

El más alto tomo su mochila y la abrió -trolazo sos vos negro, y para que sepas te fui a buscar tan amablemente para compartir una de las más exquisitas delicias del país- y saco un "tupper" azul que antes de ser un tupper cumplía su función de guardar helado y se lo entrego a amigo, que con el ceño fruncido en desconfianza lo abrió.

Su expresión cambio completamente al ver el interior de la cajita de plástico -empanadas- dijo mirando a su amigo con una sonrisa.

-empanadas que hizo mi madre- el chico rubio dijo con orgullo y Román dejo el tupper en una meside por ahí y salto a abrazar a su amigo.

-gracias gracias te amo- le decía mientras lo sacudía y el más alto lo empujaba para sacarselo de encima.

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Hola ajahak me da risa como se llevan Román y Martin acá.
Capaz el capítulo fue medio un bajón que se yo así es la vida aveces, pero ey todo mejora.
Cualquier sugerencia duda o error me pueden decir en los comentarios
Besitos y miren esta foto de Pablo que hoy no figuró demaciado en el capítulo