#5: Resultados de las pruebas en un ambiente práctico

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Con un quejido, se dejo caer de espaldas directo a la cama, justo como lo había imaginado durante los últimos tres días. Yeosang deambulaba en alguna parte de la habitación, recogiendo la basura y los restos de papel. El trabajo estaba listo antes de la fecha indicada. Era en parte un alivio.

Por otro lado, no estaba seguro de porque, pero tenía una sensación de incomodidad en su pecho que incrementaba cuando pensaba en el momento en el que tendría que llevar a Yeosang de regreso a las instalaciones junto con sus respectivos informes. Se apoyo sobre los codos, observando la delgada figura moverse de un lado al otro.

No había pensado mucho en el vínculo que había desarrollado con el androide. No tanto como el de una relación amistosa, porque para Yeosang no era posible concebir ese tipo de convivencia. Era más como un juguete, por más cruel que pudiera sonar. Pero al fin y al cabo, Jongho nunca había podido desprenderse de sus juguetes cuando era niño; tal parecía que esa parte de su corazón seguía intacta.

—Yeosang.

—¿Sí? —el par de brillantes ojos se volvieron hacía él en cuanto hablo.
Lo que estaba a punto de proponer había sido analizado y sospesado hasta el cansancio durante esos días de organizar archivo tras archivo. San le había comentado sobre una pista de patinaje a la que había ido recientemente con Wooyoung. Como siempre, le había sugerido con el tono más amistoso y entusiasta posible que salieran juntos alguna vez, aún cuando por la expresión del menor era obvio que rechazaría la oferta. Lo cierto era que Jongho no estaba en contra de darle la vuelta al lugar, sino de ir como tercera rueda. Había aprendido por las malas que acompañar a San y a su novio a una “salida tranquila, no una cita” era en realidad una tortura disfrazada.

En contraparte, ir solo no era una opción tan atractiva. Sabía que eventualmente se sentiría tonto por no saber a dónde ir o qué hacer estando por su cuenta en un sitio así. En ese preciso momento, Yeosang, quien estaba a su lado pasándole las carpetas vacías para que guardara los papeles, era la respuesta a su dilema.

Y ahora, una vez que no tenía ninguna responsabilidad pendiente, era libre de llevarlo a cabo.

—Vamos a salir.

——

Por supuesto que salir con un androide en pleno estado de prueba no era la actividad más sencilla del mundo. Tenía que ocultar los rasgos evidentes de que Yeosang no era humano, para lo que le pidió que usara uno de sus suéteres de cuello alto y mangas largas. Él llevaba una sudadera deportiva y un pantalón a juego.

El atardecer se reflejaba en el cielo con colores pasteles y nubes dispersándose por todo lo largo y ancho sobre sus cabezas. Mientras conducía, era consciente de su alrededor como nunca lo había sido antes. Tal vez la presencia de Yeosang en el asiento de copiloto lo ponía en ese estado de alerta. No estaba haciendo nada en particular, Jongho le había pedido que se limitara a observar por la ventana y que le avisara en qué dirección se encontraba el parque  y la pista de patinaje.

—En la próxima esquina, a la derecha, se encuentra el estacionamiento.

—Bien —asintió dándole una mirada de reojo al rubio.

Con cada metro que recorrían, más gente aparecía en su camino. Era natural ya que se dirigían a un sitio de reunión pública, pero resultaba complicado actuar con tranquilidad sabiendo que la seguridad de otras personas y su integridad profesional podían estar en peligro con solo un paso en falso.

Aparco el auto y antes de bajarse, miro a Yeosang fijamente a los ojos. Por más que no podría transmitir la intensidad de sus palabras con ese gesto, se concentro en dejar en claro su punto.

Proyecto Y.S  || jongsang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora