➤ Capítulo 66: Las ochenta y una placas de WenLing

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Chi Muyao sujetaba a Xi Huai en sus brazos, forzando su poder, ayudando en secreto a curar sus heridas.

La curación de las heridas del zorro azul casi había agotado su energía espiritual, aún no se había recuperado totalmente, y ahora estaba en peligro de nuevo.

Antes de entrar en la formación, Xi Huai y Su You habían luchado, el combate fue feroz, y como resultado y el estado de Xi Huai era tan malo que se encontraba inconsciente.

El dolor del tratamiento de curación era como si se estuviera utilizado pequeñas agujas para perforar sus venas y succionar su sangre de su cuerpo a través de innumerables pequeños agujeros al mismo tiempo.

El dolor de extraer por la fuerza la energía espiritual de su cuerpo hizo que las venas de frente de Chi Muyao brotarán.

Era doloroso, pero tenía que estar atento mirando a su alrededor.

Era una habitación oscura, construida con enormes bloques de piedra. No había ventanas, solo unos pocos murales en las paredes. Chi Muyao echó un rápido vistazo a las pinturas, que representaban el Ritual del Castigo Celestial.

Chi Muyao sabía muy poco sobre la antigua Formación del Castigo Celestial, como los Ochenta y Una Placas de WenLing, y solo conocía vagamente algunos aspectos básicos.

Después de todo, no muchas personas han salido vivo de esta formación, y cuando salen, son reacios a hablar de lo que ocurrió en la formación, por lo que no existen registros detallados hasta la fecha.

La formación se activará cuando ochenta y una personas se reunieron en la Tierra de la Ira Celestial, y el huracán es atraído hacia la formación, que se cierra automáticamente cuando las ochenta y una personas han entrado.

No hay forma de salvar a los atrapados en dicha formación, ya que nadie sabe cómo salir, temían que deberían esperar a que otra Ira Celestial apareciera, de esta forma la formación se abrirá de nuevo.

La gente que quedó atrapada era inocente, puesto que la gente del Pabellón XiangHuang de la Cordillera LingQue ya había estado a punto de morir por el uso de la Ira Celestial por parte de los zorros azules, y los que quedaron atrapados en ella eran los que habían venido a sellar el miasma.

No fueron ellos quienes lo iniciaron, pero sí quienes tuvieron que sufrir las consecuencias.

Tuvieron muy mala suerte de encontrarse con este antigua formación.

Cuando los demás reunidos en la habitación se calmaron, algunos empezaron a discutir a contramedidas de la situación, otros permanecieron en silencio con las armas en la mano, mientras que otros estaban tan heridos que solo podían seguir luchando por vivir.

Al percatarse de las miradas no tan amigables, Chi Muyao se escondió cuidadosamente en el rincón más alejado, con Xi Huai en brazos, con la esperanza de que despertara pronto.

En ese momento, un hombre tomó la iniciativa de hablar con Chi Muyao: "Este amigo me resulta familiar,¿me pregunto a qué secta perteneces?".

La persona que entabló conversación era un cultivador de la etapa Jindan, que parecía amable, pero en realidad venía con su espada.

Solo pudo responder: "Soy un discípulo de la Secta Yuchong".

"Él es un demonio.... ¿Verdad?" Preguntó el cultivador.

Chi Muyao no contestó y mantuvo la mano encima de la campana dorada, en guardia en todo momento.

Justo entonces, la voz de Su You llegó desde la oscuridad de la habitación: "¿Saben qué secretos hay en esta antigua formación?".

Las intrépidas aventuras del chaval pito en llamas y su novio el fósil vivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora