Una Brillante Pizca de Dulzor

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Por petición no popular, he volvido!! ...(* ̄0 ̄)ノ gracias gracias, los quiero a todos muah!

Una disculpa nuevamente por la tardanza, la vida de adulto dejó caer su peso contra mí...
o( ̄┰ ̄*)ゞ No ayudaron los golpes de calor recientes dejándome super fatigada y encima mi carrito me dio la peor traición, solo dijo "me vo a morir weeeee" cuando conducía en la noche y ahora estoy en espera del madrazo del taller

<(_ _)> Sobs me achipalo chicooos

Pero ya estamos de vuelta con el capítulo dedicado a este par de tortolitos! Su dinámica es posiblemente de las más dulces (jejeje) y tranquilas en mi mente, aunque igual como toda relación tendría sus momentos de discordia por aquí y por allá.

Ahora si las notitas previas:


* Siento un personaje original de la obra, Zerofuku me complico darle un poco más historia, pero ahí me di un buenos momentos de cálculo e investigación para darme cuenta que Zero podría aplicar a ser una deidad transitoria de la India (donde conoce a Buda y tambien lo haria bastante viejo) para luego ser adoptado en el panteón japonés como es el caso de las siete deidades que lo conforman.

* Kichijoten es una deidad alterna a la formación usual de los 7 dioses de la fortuna, a veces reemplazando a uno de dos de ellos, me pareció indicado usarlo como "base" para darle un lugar a Zerofuku dentro de un panteón y q mi ser perfeccionista me dejara en paz por los cabos sueltos lmao.

*Fue muy divertido hacer a Zero un pequeño intenso y weaboo por el hecho que tiene que estudiar para aplicar para el panteón japonés jajajaja perdon no pude evitarlo. Todos nos ponemos así cuando se trata de Japon jajajaja

Ahora si disfruten!

🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪

Luego de una exhaustiva comparativa con los demás dioses involucrados en el Ragnarök, aquel de apariencia más joven entre ellos había llegado a una conclusión sobre su presente situación luego de ser revivido:

Zerofuku contaba con mucho tiempo libre y poco que hacer.

El dios metamorfo, un efecto resultante de su extensa e involuntaria simbiosis con Hanju, miraba el techo del edificio donde se encontraba temporalmente con la mirada fija en la nada y la mente en blanco.

Pero ¿era aquello lo más agobiante de su situación considerando como el resto de participantes divinos sufrían con el papeleo resultante de su batalla contra la Humanidad?

¡No! No era ni por asomo lo más agobiante de su situación.

Lo verdaderamente alarmante era su estatus indefinido, después de una 'ausencia' tan prolongada, ante los panteones.

No pudo evitar que un suspiro dejará sus labios. El dios cambiante se dio la vuelta para frotar su rostro, de manera un poco brusca, contra un almohadón que tenía a la mano y dejar salir un gruñido de frustración ahogado contra el objeto en sus manos.

A diferencia de las siete divinidades que le conformaban y pertenecían al panteón Shinto, Zerofuku tenía el infortunio (que siempre parecía perseguirlo) de estar en espera de una cita para conseguir un rango -incluso uno menor- dentro del panteón japonés que le había aceptado considerando que su ser se conformaba de entes correspondientes a este.

Y por ende, el dios con apariencia adolescente no contaba con autoridad para ejercer o ayudar en las labores de traslado de las almas humanas. Aunque no es que realmente le importara mucho aquello, si quisiera podría dividirse de nuevo y apoyar a otros de esa forma. Sin embargo, Zerofuku resopló al pensar como el proceso de resurrección aún lo hacía sentir adolorido; y de considerar el fraccionarse hacía recorrer escalofríos por su cuerpo ante la posibilidad de un nuevo suplicio.

Los Pequeños Favores Llegan LejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora