11 (Final)

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Fueron dos días complicados, organizar a ciento cincuenta no es fácil, quitando a los diez adultos mayores que quisieron quedarse.

Fue una pelea importante, sin embargo; Taehyung no podía hacer más nada, se quedó tranquilo de que al menos los soldados de Namjoon estarían allí, sacar nuevamente a ancianos de su nuevo hogar era misión imposible.

Por seguridad; realizaron cuatro viajes con dos helicópteros, las montañas estaban al oeste, dos horas volando y seis en autobús.

Viajaron con lo indispensable, allí tendrían su espacio junto con tareas asignadas; cultivar, tejer, defensa, estudios.

Taehyung prestaba atención a las nubes, sin soltar la mano de Jungkook que descansaba al lado suyo. Agradeció, por primera vez en años; de que la vida haya puesto a las personas correctas en los proyectos, de tener a Jungkook sano, por darle esperanza a sus amigos.

Simplemente dijo gracias al cielo, diciéndole a sus padres lo haría por ellos.

Jungkook bostezo, recuperando conciencia poco a poco, aterrizaron y se afianzó a la mano del castaño.

—Tranquilo bebé, ya llegamos — le dijo Taehyung.

Jungkook quería vomitar de los nervios, a los lejos se puede notar un búnker, su entrada principal.

—Bajen con cuidado — un guardia habilitó las puertas, sosteniendo a las mujeres primero.

Taehyung y Jungkook ayudaron, tapados hasta la nariz del frío que hacía arriba de la montaña. Asegurando el bienestar del resto y que siguieran los caminos, otros guardias esperaban; todo indica que están llenos hasta el cuarenta por ciento de capacidad.

—¡Jungkook, oh dios, Jungkook! —

El nombrado volteó, no quedaba nadie que evacuar. Dos personas corrían hacia ellos, sin usar cubrebocas o guantes, delatando su impaciencia.

Jungkook arrojó un bolso que colgaba en su mano —¡¿Mamá, papá?!

Los dos mayores se abalanzaron contra su hijo que emprendía en su dirección, rompiendo en llanto al instante y cayendo al suelo

—¡Mi bebé! — Hanna besaba su frente, posiblemente se le saldría el corazón de tal emoción —.Un guardia creyó reconocerte en el lago, estabas con una chica y te subías a un auto.

—¿Hace casi dos años? — expresó cómo pudo, sus padres seguían asfixiándolo.

— Sí, no pudieron pasar por la cantidad de monstruos — Hanna repartía besos en las mejillas del azabache —.Pensé tanto en ti, mi niño—

—¿El chico está contigo? — cuestionó Jeon Choi, muy parecido a Jungkook.

Taehyung agachó la cabeza a tres metros del reencuentro, respetando el espacio de los Jeon.

Jungkook se levantó, limpiando la nieve de sus piernas —Tae, ven — extendió la mano, que con gustó se acercó a sostenerla—. Papá, mamá, él es Taehyung, sucesor de Han Jung… Y mi novio —

El castaño volvió a ser ese tímido chico que huía de las presentaciones.

—¡Qué felicidad, bienvenido Taehyung! — Hanna aplaudió feliz con una sonrisa radiante, abriendo los brazos para envolver a Taehyung —Al búnker y a la familia.

Sus ojos se cristalizaron, le agradeció mucho a Hanna, lo que no esperó fue el abrazo de Choi.

—Gracias por cuidar a mi hijo —

Jungkook guardaría esa escena en su alma, Taehyung era la pieza para completar a su familia. Buscaron sus cosas y marcharon al nuevo hogar, de la mano charlando con sus padres pudo sentir la felicidad que creyó perdida.

Soyeon fue su primera pieza, que sin duda pelearía cada día por ella, recordando lo hermosa que era por dentro y fuera.

Taehyung fue el regalo del destino para decirle que no todo estaba perdido, lo amaría hasta su último aliento, seguro que él haría lo mismo.





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Si leyeron hasta acá, muchísimas gracias. Me encantó escribirlo nuevamente, espero que también lo hayan disfrutado.

Cuídense muchísimo 💜🫂

Lost Soul (Kooktae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora