-¿Puedo? - dije tratando de pedirle permiso para colocar mis manos en su cintura, ella asintió e inmediatamente las coloqué a mi gusto - t/n estás jugando con fuego - le susurré en el oído.
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Es solo un amor de preparatoria no debería...
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Segundo día de las nacionales de volleyball y todo era una locura, habían personas por todas partes, el estrés de los equipos se hacía cada vez más presente, unos estaban llorando (tal vez, era la última vez que se les permitiría jugar o tal vez no se sentían lo suficientemente buenos para estar ahí ), otros estaban dando autógrafos, la diferencia entre uno y otro era gigantesca, y aunque el volley sea un deporte de juego en equipo siempre habrá alguien que se esforzó más que los demás, de eso no había ninguna duda. Aquí es el lugar donde muchos jugadores se cuestionan sobre sus habilidades y con la pregunta "¿y si me hubiera quedado más tiempo a entrenar...?, ¿y si me hubiera esforzado más?, ¿y si..." el hubiera no existe, es lo que nos dicen todos, pero entonces ¿cómo sabré que lo estoy haciendo bien? ¿Y si me arrepiento de alguna decisión que hice en el pasado? ¿Existe una forma de rebobinar las cosas? . . . . . . . . . . . . . . Tn's pov
Mierda, otra vez me desperté tarde, y es lunes, de nuevo empezar con la pesadilla de esto llamado vida de estudiante de preparatoria, pero bueno, al menos no tengo que ir a un club deportivo como el loco de mi hermano que se la vive en el gimnasio, ese vato ni tiempo para cagar tiene. Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me di cuenta que había estado 30 min como pendeja acostada viendo al techo, hasta que una voz grave me trajo de nuevo a la realidad, era mi hermano.
- t/n ya está el desayuno listo, apúrale mocosa que por tu culpa tendré que dar 10 vueltas a la cancha - dijo Tetsurō, pero, a mi no me miente, estoy 100% segura que él también se despertó tarde, no es del todo mi culpa.
- VOYYYY - le grité y corrí al baño, traté de arreglarme lo más rápido que pude, me puse el uniforme, me maquille un poco, porque antes muerta que sencilla, agarre mi mochila y mis audífonos, para después dirigirme lo más rápido que podía hacia la cocina. Tsurō, así le decimos Kenma y yo a mi hermano, y yo vivimos en un departamento, porque nuestros padres están en Estados Unidos trabajando, entonces, nos mandan dinero para subsistir, de vez en cuando nos visitan, una o dos veces al mes, pero creo que ya me acostumbré más al no verlos. Mi figura paterna siempre ha sido mi hermano, desde que era pequeña él siempre me apoyó, porque pues... teníamos un padre presente/ausente, era muy horrible el ver cómo siempre priorizaba el trabajo antes que a nosotros, y a pesar de nuestra situación familiar Tsurō nunca me abandonó, siempre estuvo allí para mi, es la persona más fuerte que conozco y por eso lo admiro muchísimo.
Y cuando baje, en efecto, Tsurō seguía en pijama, seguramente Kenma lo obligó a jugar con él hasta tarde; ellos dos han sido amigos desde que tengo memoria, y ahora Kenbo (un apodo que le puse mientras trataba de molestarlo) se ha convertido en otro hermano mayor para mí, yo lo quiero mucho, a pesar de que siempre esté con su cara pegada a su jueguito.
