"Yo... Recuerdo ese día...ese día en el que creí que moriría"
"Cuando te conocí..."
"Me diste aquello que nunca tuve..."
"No solo salvaste mi vida. Salvaste mi alma"
"No sabía quién era. No sabía cuál era mi propósito. Solo sé... Que lo que sentí es...
No pensé que alguien escribiría esto. Pero Destiny justo ahora está escribiendo todo lo que le dicto, me sorprende lo rápido para escribir que es ella. Supongo que es la ventaja de escribir en Katakana; los símbolos son menos complejos y se escriben más rápido.
Supongo que debería dejarme llevar y simplemente comenzar, no sé si ella le mostrará esto a alguien, pero supongo que no importa de todas maneras.
Bien, supongo que debo ponerla en contexto de lo que sucedió conmigo y mi familia.
Pongamos una buena canción para ambientar, ¿Quieren?
Si, esa está bien...
Bueno, empecemos...
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Mi nombre real es Hizashi Nishino, ya explicaré porque uso el apellido de mi esposa, pero no nos adelantemos.
Cuando nací viví en la finca de los Nishino en Tohoku, dicho lugar consistía en varias hectáreas de terreno con sus trabajadores y cultivos además de sus frondosos bosques, un sueño para cualquier niño fanático de la exploración.
Recuerdo que yo y mi hermano mayor, Takeshi, explorabamos esos bosques sin preocupaciones de un lado a otro hasta que a los 4 años ya tenía memorizado todo ese amplio lugar.
—¡Niños, vengan!—clamó nuestro padre, un hombre de 30 años con unas líneas de canas en los costados de su cabeza, mientras el resto de su melena era negra—¡Hora de ir al doctor!
No dudamos en ir. Hoy era el día que me decían cual sería mi Kosei, ya que en el desayuno ayer cuando quise comer una gota de mi saliva cayó al piso y ésta se prendió fuego.
Mi hermano por su parte tenía un aliento de fuego bastante poderoso.
[...]
—Tú poder es una mierda.—dijo el docto al acabar los análisis, a día de hoy aún no sé si lo dijo con tan poco tacto por sus ojeras o por la botella seguramente de Whiskey a medio tomar en su bolsillo.—[Escupitajo ígneo], ese es tu quirk.No servirá más que como encendedor para cigarrillos.
Mi cara seguramente lo decía todo.
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¿Eh?
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