El Libro De Destiny Midoriya (BNHA/OC)

#24: Sobrellevar... [1/2]

La noticia se expandió como pólvora. El ataque de ese pseudo Nomu al estadio por descuido de A-Shot y su compañero que cobró la vida de alrededor de 132 personas inocentes que murieron aplastadas por los escombros.

En contraparte, también se difundió la noticia de cómo Destiny había logrado salvar a más de 300 personas haciendo que se curaran o sus heridas pasarán de mortales a tratables. Una hazaña al nivel del Debut de All Might que tuvo que cargar a más de 35 civiles fuera de un incendio en menos de un minuto en su debut.

También se esparcieron videos de como Destiny había enfrentado al Monstruo y cómo este casi la mata de no ser por Kamakiri y Hajime.

{Se les agradece a los valientes miembros del curso de héroes de U.A por su apoyo en el rescate —hablaba un reportero—. Lamentablemente no se pudo salvar a todos. Sin embrago, esperamos seguir contando con ellos por un mejor futuro para Japón y sus ciudadanos}

Ruby apagó el televisor de la habitación del hospital cuando empezó el reportaje del clima.

Ella era la única del trío que había quedado consciente. Esa mañana tuvo que ir a la morgue a reconocer los cuerpos de Inko Midoriya y su madre. En su mano estaba la pulsera que su madre le había obsequiado, infantilmente se preguntaba si la suerte habría estado de su lado si ella la hubiera tenido puesta, pero desgraciadamente en los partidos no se permite usar ninguna clase de accesorios.

Por la ventana a su lado tenía una vista a cuidados intensivos donde Izuku tenía yesos en los brazos y los tenía bien sujetos para no moverlos. Destiny había logrado reimplantarlos a un nivel suficientemente bueno como para tratarse, ya que Izuku era el que más cerca estaba de la peliblanca en ese momento.

Pero Destiny... ella se llevó la peor parte.

Literalmente su corazón se había detenido, se reveló que ella estuvo manteniendo su cuerpo estable a punta de estructuras internas de aura. Obligando su corazón a latir y sus pulmones a respirar a la fuerza.

Al fondo de la sala en una sección separada podía ver a la albina conectada a un montón de cables y tubos de los cuales ni siquiera sabía que hacían más de la mitad. Ella no podía respirar por su cuenta y tuvieron que hacer varias cirugías para salvarla. Al igual que Izuku tenía vendas, pero las tenía en todo el cuerpo, parches sobre cortadas y un montón de puntos en el cuerpo cerrando las peores heridas y resultados de cirugías.

Al menos su corazón y pulmones pudieron volver a trabajar.

Pero quién sabe qué secuelas habría, ya que por un rato el corazón de Destiny ni siquiera tenía fuerzas para latir en lo más mínimo.

Ruby estaba cruzada de brazos apoyada en la pared, no entendía por qué. Ese día se supone que sería divertido, los debuts de Destiny y ella en el equipo, un partido apasionado contra un rival formidable que no dejaba de adaptarse a sus tácticas en el momento.

—¿Por qué todo esto tuvo que pasar...?

Recordó a Hizashi, él estaba en otra ala siendo atenido, el monstruo le había disparado rozando la parte trasera de su cabeza y ahora el hombre estaba inconsciente en su cuarto.

El padre de Ruby estaba en el extranjero. Más específicamente en China. Pero se contactó con ella inmediatamente cuando pudo, Ruby habló con él usando el teléfono de monedas del hospital.

Fue una charla en la que el padre de Ruby, Itsuki, la intentaba consolar. Pero la chica adicta a la goma de mascar le decía que estaba relativamente bien, que ya había tenido tiempo para llorar suficiente estos dos días.

Le tomara mucho aceptar lo que sucedió, pero el primer paso fue dejarlo salir todo estos días. Al menos ahora tenía la cabeza un poco más fría. Seguía triste, pero esa emoción ya no predominaba tanto. Aún tenía a su papá y sus amigos estaban bien.