O4 | consuelo

908 137 67
                                    

esa tarde, lionel entró al gimnasio con el peor de los humores. incluso casi tropezó con una de las máquinas en el camino.

emiliano lo esperaba cerca de la recepción, ya reconociendo esa mirada perdida y de pocos amigos. cuando lionel se enojaba, se volvía una piedra. se notaban las pocas ganas que tenía de estar allí. y el más alto lo sabía debido a las veces que se había frustrado realizando ciertos ejercicios, o cuando entraba quejándose de los profesores del colegio y las cantidades inhumanas de tarea que se le habían acumulado.

al final, aquel viernes no asistió a su clase programada. ya era lunes, y martínez podía anticipar que lo que sea que hubiera pasado el fin de semana no eran noticias buenas.

──¿qué onda, campeón? ──dibu se adelantó a preguntar, extendiendo su mano.

messi la tomó sin muchas ganas. y justo cuando el saludo parecía terminar, el mayor no soltó su mano, sino que simplemente las mantuvo unidas por lo bajo. lionel se sorpendió, mas no objetó. volvió su vista a los ojos del contrario, quien lo observaba curioso.

──¿todo bien? ──insistió.

la unión de sus manos se separó, y el más bajo anheló por unos cuantos segundos más de contacto.

──sí, no. no sé ──expresó con un tono molesto.

──¿querés hablar mientras hacemos lo de hoy?

messi asintió, siguiendo la figura del instructor. se acostó cómodamente para comenzar los ejercicios. sin embargo, le estaba costando mucho concentrarse. y lo odiaba, se sentía idiota por no poder coordinar su cuerpo únicamente por estar distraído pensando en cosas sin sentido.

emiliano lo notó a los minutos, deteniendo su paso y pidiéndole que se levantara.

──¿querés que nos tomemos un tiempito? ──palmeó su espalda. ──¿estás bien, leo?

──creo que a anto le gusta un amigo mío ──soltó, sin hacerse esperar.

ah. fue el pensamiento de dibu. pero claro, tenía que ver con anto. obviamente tenía que ver con ella.
soltó una pequeña risita sin afán de ofender, más bien confirmando sus sospechas.

──vení, salgamos a tomar aire ──le hizo una seña con su mano, levantándose.

messi lo siguió en silencio, con botella en mano.
el bullicio del lugar era dejado atrás, y la brisa ya le golpeaba el rostro. el aire fresco era un elemento crucial para calmar sus pensamientos. además, el atardecer estaba hermoso. totalmente digno de admirar.

se sentaron sobre uno de los bancos del patio, el cual estaba prácticamente vacío. habían un par de personas, pero se las notaba con prisa por encaminarse hacia adentro. en unos segundos quedarían solos allí afuera.

──bueno... ──emiliano se acomodó, estirándose y pasando su brazo por sobre los hombros de lionel, sin tocarlos. es decir, se apoyó sobre el respaldar. ──¿cómo sabés que a anto le gusta tu amigo?

lionel giró su cuerpo en dirección al mayor, indicándole que ya había confianza y estaba a punto de abrirse con él. sostenía la botella entre sus manos, jugando con la tapita. mordió su labio y continuó.

──eh, los ví juntos toda la noche, en la joda.

no aportó mucho más, lo cual aumentó la curiosidad del instructor, inconscientemente invadiendo su espacio personal.

──pero eso no significa nada, tal vez son amigos ──aseguró.

──comiéndose ──aclaró segundos después. y la cara de emiliano no tenía desperdicio.

𝗔𝗣𝗔𝗥𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦 messi, dibuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora