O7 | origami

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el cierre del gimnasio transcurrió en silencio. emiliano colaboró con un par de ocurrencias, chistes sin sentido, a los cuales lionel rió casualmente sin comentar nada al respecto. no le salía mucho lo de ser gracioso. fuera de eso, no hubo intercambio de oraciones.

esta vez el menor no contaba con su bicicleta a mano. el instructor le había ofrecido llevarlo en auto, así que sin mucho para aportar, subió a su auto al cabo de minutos caminando hacia el estacionamiento.

──¿qué tal la nave? ──soltó emiliano en un tono bromista, mientras golpeaba el volante sin mucha fuerza y le dirigía una mirada a su acompañante.

messi sonrió encantado. la verdad es que se veía mantenido y olía especialmente bien.

──tremenda ──martínez rió ante el comentario, encendiendo el vehículo.

atravesaron unos cuantos semáforos, uno absorto en la ruta y el otro perdido en las luces de la ciudad, intentando evitar la recreación de la escena de las duchas. la textura de la piel de emiliano se había quedado grabada bajo las yemas del menor. suspiraba, atento a la radio y el tarareo del contrario que amenazaba con quedarse.

dejó de prestarle atención a la ventanilla para girar su cabeza en dirección al conductor. lo admiraba, lo analizaba. trazaba las líneas que formaban sus facciones y, sin anticiparlo, un extraño sentimiento de calidez se instaló en su pecho. casi casi como cuando miraba fútbol. como si mirar el perfil de emiliano fuese lo más entretenido del mundo.

──¿y la vista te gusta? ──soltó el de lunares, sorprendiendo al copiloto.

messi enrojeció por la vergüenza de haber sido descubierto. ¿tan intensa había sido su mirada que, incluso sin verlo, el contrario logró sentir sus ojos?

──e' que me aburren los edificios ──se justificó, apoyándose contra la ventanilla.

──pf. ──soltó una risita. bastante hipnotizante, si a lionel le preguntaran. ──¿en serio?

──sí, qué sé yo. a vece' me canso de ver todo' los días lo mismo.

──claro... y yo soy algo así como una vista nueva ──esta observación le hizo gracia al más bajo.

──algo así... ──dijo, risueño, jugando con sus dedos sobre su propio regazo.

frenaron en un semáforo de larga duración. la cabeza de emiliano finalmente giró, centrando sus orbes sobre los mechones despeinados de lionel. no pasó mucho tiempo hasta que éste le devolvió la mirada.

──yo también me canso de ver lo mismo ──confesó. ──pero me divierte verte a vos.

──¿te dan risa mis intentos para levantar las mancuernas o qué e' lo divertido? ──contestó messi, claramente molestándolo.

martínez negó con la cabeza, paseando sus dedos sobre el manubrio con nerviosismo, dejando escapar una media sonrisa.

no le dio tiempo a contestar, ya que un bocinazo los sacó de su burbuja. el semáforo llevaba varios segundos en verde. el mayor soltó un "uy", acelerando su paso en cuanto pudo.

messi devolvió su vista a la ruta, removiendo los mechones que caían sobre sus pestañas. intentaba identificar el momento exacto en el que la presencia de emiliano había comenzado a ponerlo nervioso.

no sentía la necesidad de hablar, así que se mantuvo observando cada movimiento del mayor. como movia los cambios, cambiaba las canciones que no le gustaban mientras fruncía la nariz y, de vez en cuando, le dirigía una sonrisa cómplice.

el ambiente que habían formado entre los dos ciertamente hacía sentir a lionel bastante cómodo. por eso mismo es que se preguntaba qué era esa insistente presión en el pecho cuando la mano que estiraba martínez no iba a parar a su pierna sino al freno de mano.

𝗔𝗣𝗔𝗥𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦 messi, dibuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora