O5 | antonela

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el aula comenzaba a vaciarse. el timbre acababa de tocar. kun se encontraba tirándole papelitos en la cara a su amigo y compañero de banco, reclamándole atención.

lionel sostenía su mirada perdida en la ventana. absorto en sus pensamientos, y el deseo de enfrentar a rodrigo por lo sucedido el último viernes. apretaba su mandibula cada vez que reproducía la imagen presenciada el fin de semana, preguntándose el por qué de su cobardía, si en lugar de rodrigo, podría haber sido él.

antonela se veía hermosa, como siempre. sentada sobre su banco, peinándose de vez en cuando a la par que sonreía y mantenía una conversación animada con sus amigas. el chico estaba embobado con la vista, aunque le gustaba pensar que en realidad no era tan obvio. aún así, desde afuera se podía observar como su porte perdía firmeza y sus mejillas lentamente tomaban color, a medida que sus ojos no se despegaban de la delegada.

de repente, messi divisó la figura de de paul acercándose a la delegada. era muy poco común verlos interactuar, pero él realmente no sabía si habían tenido otro tipo de contacto luego del beso que los vio compartir. y si bien estaba en el mismo grupo de amigos de rodrigo, entre ellos no había mucha relación, así que no había tenido oportunidad para preguntarle. eso y además, lionel tenía razones para no hablarle.

──hace cuánto te vengo diciendo que no la duermas, leito... ──kun le hablaba por lo bajo, también observando la escena que protagonizaban antonela y rodrigo.

──ya fue, qué me importa ──se cruzó de brazos, devolviendo la mirada a la ventana e intentando calmar la furia que se le instalaba.

──yo me re paro de manos con rodri a la salida. tremendo gil es, todos sabíamos que el viernes tu objetivo era anto ──agüero se quejaba. ──hasta lo hablamos por el grupo, boludo.

──sí, qué sé yo ──messi continuaba en su posición, evitando hablar. si hablaba, explotaría ahí mismo.

el recreo se estaba extendiendo demasiado. fue en cuestión de segundos que lionel dejó de ver a antonela a lo lejos, y en cambio divisó su figura acercándose hacia su banco mientras mantenía un contacto visual insostenible para lionel. en un segundo plano, rodrigo admiraba la espalda de la delegada y cambiaba su expresión con lo que parecía haber sido el final de su turno con la chica.

──qué onda, leo ──dijo la joven, sentándose. de inmediato, lionel intentó corregir su postura. ──hace bastante no hablamos, ¿cómo andás?

y la frase era cierta. se suponía que lionel y antonela eran amigos, mas no habían mantenido contacto durante un buen tiempo.
kun tomó esta pregunta como señal para salir de la conversación, dirigiéndole la mirada a rodrigo, quien observaba la interacción de la delegada y el otro con suma atención.

──vení vos, que ya te hiciste el pelotudo ayer ──sergio tomó al más alto del brazo, quien rió nervioso ante la declaración.

ambos salieron del curso, siendo lionel y antonela los únicos restantes. el chico se puso nervioso, bastante nervioso.

──nada, acá andamo'. eh... ──se rascó un poco la nuca, intimidado por los ojos que se clavaban en él. ──empecé el gimnasio.

──¿en serio? ¡qué piola! ──la castaña sonaba entusiasmada. ──¿y qué tal? yo hace tiempo quiero empezar, pero no sé dónde.

y por unos segundos, la posibilidad de invitar a antonela a su gimnasio se le cruzó por la cabeza. sin embargo, no tuvo sentimientos lindos al respecto. al contrario, le molestó imaginar a la joven hablando con su instructor, por más que todo fuera un escenario ficticio.

──uh, ¿y cerca de tu casa no hay algo? a mí me recomendó el kun.

──estuve buscando pero no. ¿a dónde vas vos? ──lionel comenzaba a ponerse ansioso. no quería pasarle el dato porque el lugar quedaba cerca de la escuela así que sería más que conveniente.

𝗔𝗣𝗔𝗥𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦 messi, dibuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora