O8 | romcom

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apenas pisaron la casa de emiliano, lionel se vio asombrado por lo espaciosa que era, a pesar de no ser muy grande. era un departamento de dos ambientes. la cocina estaba unida con el comedor y tenía un desayunador bastante lindo, con un par de plantas colocadas al lado de una ventanita.

entró vergonzoso, sintiendo la misma tensión que no los abandonaba desde que subieron al auto.

el ambiente que se generó en el auto luego del restaurante tomó un rumbo distinto, le hizo acordar un poco al episodio de las duchas.

el ruido de emiliano dejando sus llaves sobre un escritorio lo sacó de sus pensamientos, mientras que las latas de cerveza comenzaban a quemarle las manos de lo frías que estaban.

──ponete cómodo ──habló el dueño de casa. su voz se escuchaba con eco a la par que se perdía por el pasillo.

messi avanzó hasta la mesa, dejando lo que habían comprado ahí. un par de cervezas y una bolsa de maíz para hacer pochoclos. todavía tenía que pensar en qué película quería ver, ya que en el auto emiliano le había dicho que no era muy fanático de las películas y que vería lo que sea que lionel eligiera.

el mayor volvió en cuestión de unos minutos, vestido con una ropa más cómoda. lionel no pudo evitar admirar sus bíceps a medida que emiliano buscaba algo en la alacena.

──¿querés que hagamos los pochoclos ahora? porque tengo unas galletitas, creo.

el otro se encogió de hombros.

──me da paja, pero como quiera' ──admitió, ahogando un bostezo.

lo cierto es que el chico estaba cansado. había accedido únicamente porque quería pasar más tiempo con su instructor. disfrutaba de su tiempo juntos y era la primera vez que se veían fuera del gimnasio, pero la verdad es que solo quería tirarse sobre el sillón (y tal vez, sentirse más cerca del mayor).

emiliano sonrió un poco enternecido y aceptó.

──bueno, nos tiremos a ver pelis nomás ──caminó a su lado y le señaló el sillón. ──ah, perdón que no te ofrecí, ¿querés ropa?

messi negó, denotando nerviosismo. su primer pensamiento fue que la ropa probablemente le quedaría demasiado grande y el contrario se burlaría de él.

──no pasa nada, estoy bien así.

──pero leo, tenés puesto unos jeans ──con esto dicho, comenzó a caminar nuevamente a lo que parecía ser su habitación y desde allá habló en voz alta ──dejá que te llevo algo.

lionel no emitió juicio. no tenía otra opción.
al final, emiliano volvió con unos shorts de fútbol y una camiseta roja cualquiera.
el presentimiento del menor era el correcto. definitivamente la ropa le quedaba grande, y los pantalones se le caían.

martínez trató de evitar la risa al ver como el más pequeño quedaba con los pantalones en el suelo. messi le dedicó una mirada molesta, como diciéndole que él ya sabía que pasaría.

──no te burle'.

emiliano recuperó su compostura y negó.

──quedate en bóxer, no me molesta. ──y ante esto, las orejas de lionel sintieron un pinchazo. habían comenzado a arder.

no muy seguro de estas palabras, messi levantó los pantalones que yacían sobre sus pies en el piso, pero era imposible. simplemente no le quedaban y era obvio que emiliano no tendría algo más chico. de todas formas, la camiseta era larga así que lo tapaba hasta por debajo de su ropa interior.

──¿qué pasa? ¿te da vergüenza? ──el más alto habló, apoyando su cuerpo sobre la mesada del desayunador.

──y... estoy en pelota'.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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𝗔𝗣𝗔𝗥𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦 messi, dibuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora