Choi Somi disfruta de ver a su vecino de hacer ejercicio atraves de su ventana, adora imaginar el como se sentiria el musculoso cuerpo sobre de ella. Jeon Jungkook sabe que lo observa y le encanta que lo haga, ella es una tentacion para él.
El unico...
Estaba sentado con la espalda hacia mi ventana, traía solo unos vaqueros puestos y todo su peso descansaba hacia atrás y sus muslos fuertes casi hacían crujir la mezclilla del pantalón. Se marcaba su abdomen y cada músculo brillaba ante la luz de la lámpara de mi habitación.
~Somi se mía.
El eco de su voz resonó por todos mis sentidos, quería arrodillarme y rendirle un altar, quería sacarme del sabor de su cuerpo, entregarme en totalidad. Ser solo de él.
La alarma de mi despertador sonó, haciéndome dar una vuelta molesta por la interrupción de un sueño tan precioso. Sentía la humedad entre mis piernas y no me avergonzaba de ello.
Lo primero que hago al levantarme es estirar mi cuerpo con pereza y después abrir las cortinas de mi ventana para ver cómo mi delicioso vecino Jeon Jungkook hace ejercicio, aunque solo lo veo unos dos minutos mientras finjo estirarme nuevamente.
Era una rutina que me gustaba, era como admirarlo en secreto, algo que era solo para mí, pues nadie. Ni mis amigas. Sabían de las extrañas fantasías que tenía con mi vecino.
A veces quería que supiera de mi existencia, pero como dicen "Se debe tener cuidado con lo que desea"
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