First Nappan ha decidido salir de su drogadicción, tras varias secciones de rehabilitación y varias semanas de recuperación va al almacén de su novio, un pandillero mafioso, a dar por terminada la relación. Sin embargo, ambos son sorprendidos por un...
*N/A: Holis chicos & chicas~, paso a decirles que aquí habrá GawinFirst, pero es solo como comienzo y para todo hay un desarrollo. Espero no las moleste y puedan disfrutar de su personaje, sin más, ¡comenzamos!*
Existen múltiples enfermedades, variadas maneras de transmisión y para la mayoría, hay una cura. Suerte la del humano cuyo cerebro ha sido bendecido con la capacidad de sobrevivir. Ahora bien, ¿Qué pasa si hay un virus que no tiene cura? Un virus transmisible de manera brutal y bárbaro,...
¿Podrían encontrar la cura a algo que no tiene o sacrificarían las vidas contagiadas? En una guerra no hay victoria sin muertes.
𝚁𝙰𝙱𝙸𝙰
Una mujer bastante enojada se baja del auto estacionado al margen de la carretera. Peina hacia atrás una enorme porción de cabello negro y alza la mirada que ojeras tiene. Se ve frustrada por demás. Palidecida y la ropa que viste es decente, pero algo desgastada. En resumen luce harta de la vida o del peso que carga. Toca en la puerta de una casa y con solo tocar, la puerta se echa para atrás al menos unos centímetros.
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Rueda los ojos hastiada entonces abre camino por el pasillo principal. —¡First! — Llama irritada. Busca por alrededor a su hermano menor.
—¡First! — Al llegar a la sala encuentra al mismo acostado en el suelo usando un brazo tal cual almohada y vistiendo una camisa de cuadros abierta junto a unos calzones grises. El mismo está temblando. Suelta unas risas bajas, los párpados los tiene rojos no de hinchazón más bien por no comer ni beber como se debe, en adición, los labios están secos. Deshidratados por completo.
Ha inhalado pues más adelante hay una bolsa plástica con polvo blanco.
La hermana desvía la mirada cubriéndose la frente con una mano y sellando sus labios en una línea delgada que engorda su mentón al máximo de abultarlo. Regresa la mano al lateral de su cuerpo, pero baja los ojos al suelo... Mirando este aunque no haya nada interesante ahí. Simplemente decepcionada. No es fácil para ella ver cómo un chico tan brillante desde los diecisiete tiró a la borda sus sueños al perder ambos padres. Eran los hermanos más unidos incluso hay una foto enmarcada en la mesa que lo prueba: una selfie de ambos vistiendo chaquetas escolares, la hermana asomada a su cuello mientras el hermano, por la dirección a la que apuntan sus brazos, es quién toma la foto. El fondo es el patio de recreo o al menos una porción vacía del mismo.
—First, ¿Qué te pasó? — Llora ella. —Tú no eres así. ¡Regresa! — Patea la bolsa haciendo esta rodar por las losetas a su vez vaciar sus migajas. Tras esa patada permanece con el cuerpo algo encorvado respirando agitada.
First comienza a reír.
Simplemente ríe, desvanecido en su propio mundo, solo Dios sabe qué cosas ve ahora mismo. El chico ríe tanto que voltea a quedar acostado sobre su espalda, exponiendo su estómago plano.
