Afrodisíaco *Erick Pulgar*

Capítulo Final

Sentí mis ojos pesados, empecé a abrirlos de a poco sintiendo como la luz me molestaba, lo primero que vi fue a la mamá del Erick y a mi papá mirándome boquiabiertos, luego lo vi correr fuera de la sala, sentía como si un camión paso por encima de mi, apaleada total, traté de incorporarme pero me fue imposible, miré mis manos con cables y entré ellos mi anillo.

Empecé a recordar todo, el Erick, mis amigos la fiesta, el parto y mi hijo, traté de sentarme nuevamente y justo la puerta se abrió de golpe.

El Erick me miraba pálido, me asuste al verlo tan mal, tenía los ojos hinchados y rojos, su cara definitivamente hablaba por él, segundo mi papá igual que él, cansado y asustado.

-¿Qué pasó?- susurre.

El Erick camino a mi y me beso abrazándome con cuidado de no aplastarme, lo sentí llorar en mi pecho y acaricié su espalda, miré a mi papá que sonrío limpiando sus lágrimas y salió de la sala.

-Yo no pude- susurro con un hilo de voz- Pensé que te perdía Helena- me mira tomando mi rostro.

-¿Qué pasó?- lo miro.

-Llevas en coma 2 semanas- contuve la respiración mirándolo- Pensé que no ibas a despertar, no sabi' el miedo que sentí, yo no nose que paso, no pude hacer nada.

-¿Y nuestro hijo?- pregunto asustada.

-Esta bien- sonríe entre lágrimas- Es un niño perfecto, es igual a ti Helena- sonrío aliviada.

-Pense que dormí unas horas- tome su mano- O eso se sintió- me ayuda a sentarme mejor.

-Nunca había sentido tanto miedo- beso mi mano- Ni te imaginas lo feliz que estoy, no quiero separarme nunca de ti.

-Hiciste bien en darme el anillo- reí.

-Y te daría dos docenas más, mi amor.

Se acercó a besarme y correspondi tomando su cuello, sentí que estaba todo bien, el amor que tengo por el arreglaría todo lo malo, solo quería que siempre fuera así.

-Cuando supo lo de su mamá no había quien lo durmiera de nuevo- escuché a mi papá y nos separamos.

El Luciano venía en sus brazos arropado con unas mantas, el Erick me dio espacio para que pudiera tenerlo y lo recibí feliz.

-Hola tu- digo acariciando su mejilla.

Me miro unos segundos entre asustado y sorprendido, toqué su nariz haciéndole gracia y me sonrío, bese su frente sintiéndome la mujer más afortunada del mundo.

Miré a mi papá que no paraba de llorar mirándome.

-Papá estoy bien- digo mirandolo- Te lo prometo.

Se acerca a besar mi frente y tomar mi mano, el Erick me hace una seña de que saldrá y asentí.

-Casi me morí hija- me cuenta- Pero al verte de nuevo solo puedo agradecerle a Dios, no se que seria de mi sin mi niña.

-Aquí estoy- tome su rostro- Solo fue un susto pero de verdad estoy bien, ya paso lo peor.

-Eso quiero pensar mi niña- miro al Luciano- Felicidades es un niño precioso, como su mamá.

-El Erick dice que es igual a mi pero yo lo veo igual a él- sonrío mirándolo chupar su mano.

-Es de ambos así que es lo justo- se ríe y lo imito.

La puerta se abrió y veo como entra el doctor y dos enfermeras, detrás de ellos el Erick, entendi que deben examinarme y todo eso, me tomo de sorpresa el echo que estuviera en coma tanto tiempo pero confiaba en que no era nada malo y podría irme a la casa en un par de días.