Capítulo 2

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Lunes, un perfecto día para morir.

Toy weando, pero si es un dia miserable cuando se trata de trabajar, pero bueno, Dios me hizo rica pero no millonaria.

La primera cara que me topé fue la de Romi, la secretaría, me saludo re amable como de costumbre mientras yo dejaba mi firma en el libro.

-La carita que traes- se ríe.

-Real no me acostumbro a la vida de adulto- le digo haciendo puchero.

-Mira esto mejorara tu estado de ánimo-la veo agacharce a buscar algo- Toma- me entrega un pequeño paquetito, la miré extrañada.

-Y eso de donde salió-lo recibo.

-Cuando lo abras sabras- sonríe y asentí.

-Okey- agarre mi bolso- Gracias Romi.

Me fui a mi oficina, miraba con curiosidad el paquetito, no tenía idea de que se trataba y eso me ponía ansiosa, asi que lo primero que hice al instalarme fue abrirlo.

Había una nota con una postal y dentro de ella venían unos aros de perlas, sonreí, ni hacia falta leer para saber de quién era, el Mauro. Mi mejor amigo y ex compañero de trabajo, lo conocí en esta misma empresa y se había ido hace poco tiempo a viajar por el mundo, asi es, se fue y no me llevo el infeliz

"Se que me queri' matar por no dar señales de vida pero pa' que veas que si me acuerdo de ti te enviare algunas cosas que me hicieron recordarte, preparate porque es el primer paquete de muchos, te amo Lena, volveré pronto"

Sonreí, si eran preciosos los aritos. Los guarde en mi bolso y proseguí con mi trabajo.

Tuvimos unas reunión que se extendió hasta la tarde, la verdad me aburrí mas que la cresta y tenía hambre, peor combinación, quería irme a mi casita o lo que sea que no fuera estar aquí.

Y amo mil mi trabajo pero el ambiente es una mierda.

-Eso seria todo, ¿Sugieren algo más? ¿Dudas?.

Dos personas respondieron y los demas empezamos a retirarnos, antes de salir me llamo Guillermo el jefe, no recordaba su apellido, que me llamara fue una wea que me extraño caleta, nunca había cruzado palabra y creo que tampoco lo había visto.

-¿Si?- respondo mientras quedabamos solos.

-¿Eres nueva?- lo quede mirando antes de contestar- Porque una cara así se me haría fácil recordarla.

Era un viejo de unos cincuenta talvez, tenía traje y corbata, ya estaba medio canoso, me miraba fijó y me dio una tinca pa na' de buena.

-No, llevo siete meses trabajando aquí- se sorprende- Estoy a cargo de la estetica.

-¿Cómo te llamas?- se acerca un poco.

-Helena Sandoval- empezo a sonar mi celular, era el Paolo.

-Bueno ¿Que te llama tu pololo?- me pregunta acercandose cada vez mas y ya me estaba incomodando y mas el tono en que lo dijo- Debe ser muy celoso contigo el cabrito.

-Ya me tengo que ir, que le vaya bien- me despido.

Sali antes que dijera algo, entre a mi oficina sacando mi bolso y tratando de irme rápido, como que tenía la necesidad de irme a la cresta de aquí, iba a devolver la llamada al Paolo, ese weon nunca me llama, es mas de mensajes, asi que debe ser algo importante.

Antes de salir me volví a cruzar con mi jefe weon, chale que mal, como que me cayo mal este individuo, bueno que a quien le cae bien su jefe.

-El destino Helenita- se rie demaciao' simpático y lo mire nomas.

Me abrió la puerta y salí, me tomó la cintura atrevidamente, me moví incómoda pero mas me agarro, caminó así conmigo y quería puro insultarlo y chantarle su combo, viejo culiao atrevio'.

-Ven te llevo a tu casa- me mira.

-No- me alejé quitando su agarre y tomando distancia- Gracias pero me voy sola.

-No seai' pesa, aceptame el paseo si no me molesta llevarte.

Iba a decirle que no me sentía comoda pero justo apareció el Paolo en su auto y se estaciono adelante, sonreí sin poder evitarlo.

-Hasta mañana, que pase buena tarde- me despido de nuevo y me fui.

Se bajo sonriendo mientras se sacaba sus lentes.

-Contestame po' pesa te llame caleta- se ríe abriendome la puerta.

-Si te iba a llamar po'- digo subiendome al auto, vi por el espejo como el viejo se subía a su auto para irse.

Nos fuimos de ahí y mientras conducía caché que me miraba meo' preocupao'.

-¿Tai' bien?- me dice y lo mire asintiendo.

-Si todo de pana, toy mea' cansa' no mas.

-Si no me queri' contar, dile a las cabras al menos, pero sabi' que podi contar conmigo.

-Si se y tranqui que no es nada grave- sonrio- Mejor dime que haremos.

-El Esteban nos invitó a tomar once en su casa, así que haya estan los cabros y las niñas.

-Que bueno weon, hace rato que no los veo.

-¿Si o no? Ademas que quieren hablar de la boda los cabros- me mira- Helena no nos pongan trajes meos exoticos po'.

-No po'- me rio- La Belén quiere todo piolita.

-Que bueno- se rie- Pensé que iba a querer weas mas extravagantes, mira que nunca se sabe con esa mujer.

-Real- nos reimos.

Mientras ibamos a la casa del Esteban, hablamos caleta, siempre era bacán hablar con el Paolo, era re tela y siempre me hacía reir, era como revivir los días de playa y los de Uni.

Además decidí no darle importancia a lo que paso, total no había sido nada, me taba pasando rollos sola con mi jefe, lo único que quiero es ver a los demas y pasarla bien.

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Wen día genteee

Que rico se siente ganar, espero hayan gritao' y festejado arto, ayer no pude actualizar pero hoy si.

Un regalo por el triunfo de xilito, que lo disfruten.

Hasta pronto🧚‍♀️

Afrodisíaco *Erick Pulgar*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora