El argentino estaba tenso en su lugar, ya era la penúltima clase del día y la compartía con Rubius, quien se sentaba atrás de él y no lo estaba molestando como de costumbre con sus preguntas. Sabía muy bien la razón del extraño comportamiento en el otro pero por más que lo pensara no es como si hubiera sido culpa suya lo sucedido.
Decidido se dió la vuelta encarando a su amigo quien no se inmutó para nada.
— Che no podes hacerme esto, Rubius —dijo seriamente, incluso un poco decaído.
Rubius suspiró con pesadez, sabía que estaba comportándose como un niño pequeño pero no podía evitar sentirse así. Toda su vida ha sido opacado por su primo Spreen, cosa que por mantener una buena salud mental prefería no pensar mucho, pero no pudo ignorar más eso ahora que hasta su crush se había fijado en él, la envidia que se había guardado en lo más profundo de su corazón y mente estaba saliendo a flote y no se sentía para nada agradable.
— Claro que puedo, no te basta con arrebatarme a mis padres sino que ahora también te metes con mis ligues —habló Rubius con rabia— que te haga la ley del hielo es lo mínimo que te mereces.
Terminó de decir aquello y justo la campana que indicaba el fin de la clase sonó, el albino tomó sus cosas rápidamente junto a su mochila y se fue sin siquiera darle una mirada al otro.
Las orejas del oso se fueron hacia abajo, en todos los años que tienen viviendo en la misma casa Rubius jamás le había hablado así, mucho menos se había quejado con respecto a la atención que sus tíos le daban.
¿De verdad un beta que acaba de conocer hoy es más importante que él, su familiar y mejor amigo con quien convive hace más de diez años? se preguntó mentalmente, sintiendo punzadas en el pecho. Aunque nunca se lo había demostrado, le tenía un gran aprecio a su primo, si lo pensaba bien podría hasta decir que era algo como un ídolo para él.
— Qué onda, capo —saludó Carrera desde el marco de la puerta, sacando a Spreen de sus pensamientos.
Las orejitas del argentino se volvieron a erguir al escuchar esa voz, justo necesitaba hablar con alguien y quién mejor que aquel enano el cual decía ser su mejor amigo.
— Qué onda pa —respondió el saludo como de costumbre.
— ¿Querés saltarte la clase conmigo? —preguntó enseguida.
Spreen no se la pensó.
Después de un rato, ambos alfas se encontraban en la azotea de la escuela, fumando.
— ¿Te trató así por un culo? Increíble, amigo —comentó el más bajo con indignación.
— Sí, no tiene ningún puto sentido boludo —dijo Spreen, tirando la colilla del cigarro al suelo para después pisarla con coraje.
— Por una parte es entendible, ¿sabés? tipo después de lo de Nieves nadie le había vuelto a llamar la atención, pero igual no tiene porque ser un gil con vos, no tenés la culpa.
— Exacto, entiendo eso pero por qué meter también el tema de sus padres, nada que ver eso acá —se quejó el pelinegro.
— Quizá te la tenía guardada desde hace tiempo y está usando lo de Quackity como excusa —respondió Carrera sin pensarlo dos veces.
Ese comentario le cayó como un balde de agua fría a Spreen, dejándolo tieso en su lugar. Carrera notó que su comentario afecto de más al otro y trató de arreglarlo entre tartamudeos, lo último que quería era crear bardo entre los osos.
— Emm... e-era joda eso, ya se le va a pa-
— No te preocupes, creo que tenés razón, en el fondo siempre sentí que yo nunca le agradé mucho igual —respondió con voz bajita interrumpiendo al otro.
Carrera se quedó en silencio, observando como la mirada del oso se oscurecía.
— Necesito buscar a ese pato de mierda —soltó de repente el más alto.
— ¿Qué? —soltó un confundido Carre.
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Chapulín | Spreeckity
FanfictionDonde Spreen no entiende qué le ve su amigo Rubius a un simple beta como Quackity. 🍉 c! Quackity x c! Spreen 🍉 au estudiantes/omegaverse 🍉 personajes de qsmp, karmaland, tortillaland, dsmp 🍉 no lore 🍉 probable contenido +18 06/04/23