Los días pasaron y mañana debutabamos con nuestro primer partido en el mundial de Qatar 2022.Unai y yo habíamos hecho desde entonces bastantes migas, desde luego que es un tío muy bueno y nada parecido a lo que me imaginaba.
Me encontraba en mi habitación vistiéndome para bajar a desayunar cuando mi móvil sonó.
-¿Álvaro?
-¿Que quieres?
-Chico pues no sé, como en todo lo que llevas en Qatar no has preguntado por tus hijos, para decirte que están muy bien conmigo.
-No empieces por ahí porque sé perfectamente cómo están, llamo a mis padres a menudo para ver que tal.
-¿Y no llamas a tu mujer? Vaya marido.
-¿Para qué? ¿Para pelearme contigo? Ya van más de tres meses que estamos así y no, gracias, creo que ya tengo una edad para evitar este tipo de peleas y la que debería llamarme eres tú- Y seguidamente, colgué.
Suspiré y abrí la puerta de mala manera.
-Epa, relaja un poco que la puerta no tiene culpa- Y ahí estaba él, como siempre hacía desde que llegamos, esperándome apoyado en la pared.
-Lo siento, es que he vuelto a pelearme con Alice y ya me he puesto de mala folla- Él me abrazó ligeramente.
-Si necesitas desahogarte ya sabes donde estoy- No hay persona más buena que él, dios.
-Gracias.
-No las des y vámonos, que estarán todos desayunando ya.
Y eso hicimos, bajamos por el ascensor y llegamos al bufete. Fuimos los últimos en entrar y todos se giraron a mirarnos. Probablemente porque Luis Enrique nos iba a echar la bronca ya que ví como se levantaba y venía hacia nosotros.
-Es la última vez que os lo repito, ya van tres mañanas así y mañana hay partido.
-Perdón- Respondimos al unísono e intentamos no reírnos.
El mister volvió a sentarse y nosotros fuimos a sentarnos también.
-¿Donde os metéis siempre, tíos?- Ansu habló.
-Tampoco hemos llegado tan tarde, por cinco minutos no pasa nada, que aunque estemos en Qatar seguimos siendo españoles- Todos soltaron una risa por mi comentario y seguimos cada uno en lo nuestro.
No recuerdo en qué momento me peguntaron por mi mujer y mis hijos y yo respondí que estaban bien.
Tampoco recuerdo cuando mi pierna empezó a moverse nerviosa.
Pero si recuerdo muy bien cuando la mano de Simón se posó en mi muslo dedicandome una sonrisa entristecida por mi situación haciendo que me pusiese más nervioso aún. Se supone que lo había hecho para tranquilizarme pero desde luego no había funcionado. Sentí algo en el estómago y respiré profundamente.-¿Estás bien?- Me susurró extrañado.
-Voy al baño- Y dicho esto salí medio corriendo de ahí.
No sé que cojones me había pasado ahí fuera pero desde luego que no iba a averiguarlo.
Me miré al espejo y lavé mi cara. Cerré los ojos intentando tranquilizarme y la imagen de Unai poniendome la mano en el muslo volvió a mi mente. Esto empezaba ya a asustarme.
Me convencí a mi mismo de centrarme en el partido de mañana y no pensar en tonterías. No podíamos decepcionar a un país entero.
Fuimos a entrenar y de parte mañana nos pusieron a correr.
Todo transcurrió normal, yo de vez de vez en cuando me giraba para ver alguna parada que se hacía Unai puesto que no teníamos el mismo entrenamiento.
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High Infidelity// Unai Simón & Álvaro Morata
Fanfic~You know there's many different ways that you can kill the one you love, the slowest way is never loving them enough~