5: Parecía lo correcto en ese momento

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Desperté en sus brazos y vi que él se había puesto con el móvil. Me quedé un rato pensando en que hacer. Ahora que estaba más calmado, podía pensar con claridad y me moría de vergüenza por lo que acababa de pasar.

Me removí un poco para hacerle saber que estaba despierto y él apagó el móvil para abrazarme.

-¿Cómo estás?

-Mejor de lo que me esperaba, la verdad. Esto en parte ha sido liberador.

-Es normal que lo haya sido, me alegro de que estés bien.

Hubo un silencio por parte de ambos.

-Siento lo de antes.

-No lo sientas, ¿Quieres dar una vuelta fuera y te despejas?

-Sí, vamos.

En un abrir y cerrar de ojos, nos encontrábamos paseando por el jardín tan bonito que tenía la universidad.
Íbamos en silencio, pero no era uno de esos incómodos.
Cuando llegamos a un sitio lo suficientemente alejado de todo, me atreví a hablarle.

-¿Lo hubieses hecho?

-¿El qué?

-Ya sabes - hice una pausa - besarme.

-Puede.

-¿Puede?- Hubo un silencio en el cual me esperé lo peor.

-Sí, lo hubiera hecho y perdón por ello- Yo me sorprendí un poco y el corazón casi se me sale del pecho.

-No te disculpes, soy yo quien debería hacerlo, últimamente he estado sintiendo demasiadas cosas y no debería haberlo pagado contigo.

-¿Qué has sentido?

-No lo sé, supongo que he estado confundido con esto de Alice.

-¿Confundido?

-No sabía si realmente la había querido alguna vez o mi matrimonio había sido una farsa desde que empezó.

-A muchos les pasa, se dan cuenta tarde- Y él tenía toda la razón del mundo.

-Es que con ella nunca había sentido eso que dicen de "mariposas", nunca había necesitado estar cerca de ella siempre, nunca me había emocionado por un mensaje suyo y esas cosas. En aquellos momentos supuse que era porque toda esa mierda solo pasaba en las películas.

-Eso es porque no era la indicada, no porque esas cosas no te pasen cuando te enamoras de verdad.

-Ya, y ahora lo entiendo todo- Me giré hacia él haciendo que frenase el paso.

No se de donde saqué la valentía para seguidamente de haberle dicho una frase de prácticamente confesión, posar una mano en su mejilla. La acaricié buscando aprobación del contrario, el cual al principio me miró algo sorprendido, pero enseguida su mirada se convirtió en una sincera que expresaba mil palabras. Me agarró de la cintura y me apegó a él.
Nos fuimos juntando como si nuestras bocas fuesen un imán y nos hundimos en un beso que al principio, fue tímido, pero enseguida nos acostumbramos. Apoyamos nuestras frentes al finalizar quedándonos un rato así.
Unai me dió un pico finalmente y me agarró de la mano para emprender el camino de vuelta a la universidad, cosa que dejó de hacer en cuanto alguien podía vernos.

Fuimos al bufete porque se había hecho la hora, esta vez, sin llegar tarde.

Sentía una felicidad enorme por todo, pero a la vez una preocupación también.
¿Qué pasará después de Qatar? ¿Qué pensarán mis hijos? ¿Que pensará la gente? ¿Qué pensará mi familia? Empezaba a estresarme y a sentir cómo me faltaba el aire, pero todas esas dudas desaparecieron cuando esos ojos marrones me miraron como si yo fuese lo que él más apreciaba en este mundo.

High Infidelity// Unai Simón & Álvaro MorataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora