Un cuarto a oscuras, con ligeros rayos lunares que se abrían paso a través de la ventana en la habitación. Sábanas desordenadas, producto del constante ajetreo de una chica que buscaba sin mucho éxito conciliar sueño. Despeinada, con ojos ligeramente enrojecidos, el pijama parcialmente desabotonado y completamente harta de luchar en contra de su gran incertidumbre y ansiedad, se da por vencida en la tarea de caer ante los brazos de Morfeo a tempranas horas de la madrugada.
Mirando el reloj despertador, se da cuenta que a las cuatro de la madrugada no tenia caso seguir acostada, lo mejor era aprovechar el tiempo lo mas que se pudiera y reservar la calma para lo que ha de venir. Con poca energía, cara de zombie, sintiendo la cama que, irónicamente, en ese momento ejercía presión inusual justo cuando se disponía a levantarse, toma un poco de aire y se incorpora lentamente tomando una visión panorámica de aquel cuarto. El desorden imperaba en la habitación, bocetos esparcidos por toda la mesa de diseños vagamente iluminados por una lampara adyacente, hilos, botones, e instrumentos de costura dejados aleatoriamente por doquier, un envoltorio de comida rápida junto al ordenador que le recordaba la cena del día anterior mientras buscaba imágenes de referencia para una idea original que plasmar. Lo anterior sin mencionar algunas prendas de vestir sobre la propia cama, silla y el suelo.
No había sido una noche muy productiva la de antes, pues componer y diseñar son actividades que se realizan mejor sin presión o ansiedad. Marinette se sentía muy preocupada últimamente, estaba pasando por un bloqueo que le hacía difícil diseñar algo autentico y que la hiciera sentir orgullosa de su trabajo. Era frustrante. Después de admirar su hermoso desastre, decide bajar para hacer algo con su hambre. Se dirige a su refrigerador, observando que lo que había era poco y se disponía a tomar un par de frutas junto con un poco de cereal, teniendo cuidado de no tirar nada siendo consiente de su consistente torpeza y de su entorno a oscuras, cuya única fuente de luz, era la que emitía el refri. Con una leve patada lo cierra y se dirigía a desayunar, cuando súbitamente las luces se encendieron.
- ¿Papa? ¡Oh! Te desperté ¿No es así? Lo siento. Es insomnio, supongo - Dijo Marinette mirando con ojos achinados a su padre mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza.
- No es nada - Aseguró sin dar mucha importancia al asunto - ¿Te sientes bien, hija? Veo que te esta pasando muy seguido el que no puedas dormir - Dijo algo preocupado.
- Yo... - Se cortó a sí misma pensando bien lo que diría. Lo ultimo que Marinette quería era preocupar a sus padres - Solo me desvelé un poco tratando de elegir un tono para el accesorio en el que trabajo, no vi la hora y...
- Marinette... - Es difícil engañar a un padre - No soy muy bueno en estos temas pero... creo que es tiempo de hablarlo. Veo que te empieza a afectar y eso me preocupa - Toma una leve pausa para suspirar. Tanto el y su hija sabía de a qué se refería - Deja que tu madre se levante, luego hablaremos los tres sobre la revelación de tu raza.
No era algo que le afectase demasiado a la joven panadera. Solo iban cuatro días seguidos sin poder conciliar un sueño decente e ininterrumpido por malos sueños con orígenes en escenarios catastróficos, un bloqueo artístico que había empezado hace ya mes y medio, una falta de concentración excesiva, incluso para la despistada peli azul, sin mencionar una evidente falta de energía y constante actitud de resignación. No era la Marinette de toda la vida. Francamente, la incertidumbre sobre la raza de la joven estaba acabando con ella día tras día y el temor solo iba en incremento.
Un par de alarmas ya habían sonado, el sol hacía su tímida aparición y el día poco a poco daba inicio, la madre de Marinette se hallaba sentada en el sofá de la sala al lado de su padre observándola fijamente con una preocupación notoria en sus miradas, mientras que la chica peli azul hacía su mejor esfuerzo por permanecer tranquila.
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Miraculus: Alpha y Omega
FanfictionPoder, deseo, tentación y lujuria. En abundancia esas son algunas de las cosas que rodean el entorno de los Alphas, quienes comúnmente no tienen vergüenza alguna de hacer lo necesario para obtener lo que desean. Marinette, proveniente de un entorno...