"Los demonios con máscara son reales. Muchos de ellos se hacen llamar 'amigos', otros 'familia', pero en mi caso, ahora que sé lo que soy... Los veo en todas partes..."
- Rose Lavillant
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Caos. Esa es la palabra más aceptable para describir la situación actual. Pánico. Ocasional para las personas que menos toleran a los Omegas. Miedo. Era lo que imperaba en el corazón de la hermosa joven de pelo corto, quien recién empezaba a descubrir su propio ser, sus propias feromonas, su singular aroma, su propia sed en sentido figurado, curiosamente hambre en sentido literal. De repente todo se calmó. No distinguía qué era lo que sucedía, pues recién su mente se reinstalaba en su cerebro cual reinicio de ordenador. Habían cosas que no desaparecían del todo. El dolor agudo de los pezones estaba sacándola de quicio y todavía sentía la cabeza hinchada. Una vez miró bien a su alrededor, se ponía a sí misma en contexto. El príncipe Alí estaba paralizado. Había gente alrededor entorno suyo, pero solo uno a parte del propio Alí sobresalía.
- Qué curiosa sorpresa. Con el debido respeto a sus mejores opiniones, yo veo esto como algo que cada vez se extraña más y más en este tipo de eventos - Era André quien hablaba - ¿Improvisamos una subasta? - Preguntó al aire mientras alzaba los brazos y se daba vuelta hacia los presentes - Alguien que proponga un monto inicial, pues si lo pongo yo, muchos no participarían, jajajaja... - El silencio seguía al mando.
- ¿Q-Que...? - Rose aun hacía progresos mientras internalizaba la situación - ¿Qué sucede? - Preguntó mostrando señales de una antesala al pánico.
- Tu... - Murmuró el príncipe - Tu... - Rose lo miraba desconcertada. Hace solo un momento, ella era su principal anhelo, pero ahora...
- Un momento... Fue usted - Afirmó André - Usted, honorable príncipe... Trajo a esta... cosa... Consigo.
- Príncipe, esto tiene que ser un error, nadie en mi familia mostraba signos de ferom... - Suplicaba Rose.
- Que sea la última... - Aseveró Alí. André se veía parcialmente intrigado, aquel muchacho parecía vivir en un cuento de hadas, pero por primera vez parecía actuar con decisión - Que sea la última vez que usted insinúa que YO tuve algo que ver con este cúmulo de órganos, piel, sangre y huesos con forma de humano.
Dicen que las personas tienen el potencial de cambiar radicalmente justo después de su revelación. Pero eso es solo una mala interpretación de los hechos. Quien realmente cambia, y en muchos casos no lo hace para bien, no son los nuevos Alphas u Omegas, no son aquellos a quienes las feromonas le tomaron cariño. Quien realmente cambia de forma drástica: Son las personas entorno al revelado. Se puede observar en diferentes matices de la sociedad, en diferentes lugares que no obedecen un patrón o estrato; dígase una madre amorosa de toda la vida que ahora pasa a tener miedo... de su propia hija. O bien en este caso, un modesto, noble, generoso, amable, piadoso, cortes y vete a saber cuantas más cualidades políticamente correctas acreditaban al príncipe en cuestión, quien pasaba de ser precisamente eso: Un príncipe, y se convertía en un engendro de humanidad selectiva.
Los derechos solo existían para quienes no fuesen Omegas y la libertad para el que no portase sus feromonas. La maldición inherente al nacimiento de estos seres es absoluta. Se requiere de un esfuerzo titánico, de un profundo trauma o ser una persona en extremo diferente al resto para ver a un Omega como otra cosa que no sea un objeto de complacencia. Es trágico el tratar de imaginar cuantos buenos talentos, buenas personas, gente que pudo haber cambiado el mundo, gente que solo quería vivir de manera mundana, personas con metas y promesas inconclusas se vieron arruinadas totalmente por la naturaleza de sus feromonas, y entre todos esos rostros suplicantes, agonizantes y devastados por estar viviendo el infierno en la tierra; se les unía Rose. No hay demasiado que decir al respecto más que una buena chica que esta en el lugar, momento y circunstancias equivocadas, obviando el hecho de haber nacido con esporas Omegas latentes, lo cual conlleva subsecuentemente a un destino cruel en casi todos los lugares, momentos y circunstancias.
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Miraculus: Alpha y Omega
FanfikcePoder, deseo, tentación y lujuria. En abundancia esas son algunas de las cosas que rodean el entorno de los Alphas, quienes comúnmente no tienen vergüenza alguna de hacer lo necesario para obtener lo que desean. Marinette, proveniente de un entorno...