Capítulo 2

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Esperamos en silencio, mientras poco a poco su madre comienza a traer los platos y la comida

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Esperamos en silencio, mientras poco a poco su madre comienza a traer los platos y la comida.

Hallacas, torta negra, ensalada de pollo, asado negro, pan de jamón y las bebidas comenzaron a adornar la mesa, eso me recordaba que ya hoy empezaba el mes de diciembre, la mejor época del año pero que al parecer se me había olvidado.

Yo soy de las chicas olvidadizas que no le da tanto trabajo al cerebro para no llenarlo de tanta información innecesaria, me gusta recordar lo justo. Aunque siempre ha habido una gustosa información que siempre esta abierta para colarse en mi mente y son los libros.

Los amaba los suficientes como para mandar todo al carajos y quedarme sola con ellos, eran mi mundo, yo deseaba vivir cada vida en cada uno de sus personajes. Me impresionaba cada escritor, siempre dejaban un poco de sí mismos en cada página y eso era magnifico.

-¿Mía? - Me llama Elizabeth.

- Al parecer creo que se ha ido a otro mundo - Dice Mateo riéndose.

-¿Sí? señora Elizabeth - Intento sonar de forma natural, como si no me hubiera quedado soñando con mi mundo de fantasía.

-¿Te ha gustado la comida? -Sonríe mientras espera mi respuesta.

No me había percado que había saboreado la comida, estaba tan ocupada pensando en otras cosas que tampoco había notado la presencia del castaño cuando entró en la sala.

Estaba segura que ese chico no era de este mundo, podría pensar que tal vez era un actor de cine, pero ni a ellos se podría asemejar, el chico era lo más bello que había podido existir, sus ojos eran bicolores Azul-Verde, sus labios eran de un rosado cremoso, su cuerpo era de todo un atleta, medía 1,90 o más aunque ese era mi cálculo.

Podría ser de esos chicos mujeriegos y egocéntricos, hubiera cabido perfectamente en esa categoría, sin embargo el chico tenía principios por los cuales yo lo detestaba. Muchas de las chicas del pueblo asistían a la iglesia solo para poder estar cerca de él, haber si tenían cierta oportunidad, sin embargo el castaño siempre se mantenía al margen de ciertas tentaciones.

Claro esta que no lo odiaba por ser un chico "bueno" sino por su estúpida creencia y por querer engañar a todos con ella.

-La comida ha estado genial -Vuelvo de nuevo a la tierra y sonrió para restarle importancia a mi distracción.

-Ha sido un placer tenerte en nuestra casa, no sabía que eras amiga de mi hermano... - Liam sonríe de forma genuina mencionando cada palabra y mirando a su hermano, mientras esté le saca la lengua.

Luz en mi Oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora