OO4 ★ edd's hoodie

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Tom no podía evitar enamorarse cada día más de Edd.

No es que planeara decirle, de todas formas. A Edd seguramente no le gustaban los hombres, y él estaba bien con eso, la amistad y compañía de Edd eran más suficiente para él.

Hasta que, bueno, hubo un día donde Edd fue a recogerlo al bar donde solía ir siempre. El mayor fue a mitad de la noche, con la lluvia iniciando y posiblemente aún medio dormido. Lo encontró en un callejón, sin su típico abrigo azul y bastante borracho, lo ayudó a ponerse de pié y le prestó su hoodie, que por temas de estatura le quedaba bastante grande.

Llegaron a casa. Edd rápidamente subió las escaleras a la habitación de su amigo y le llevó ropa seca y cómoda, sin antes cambiarse la ropa mojada que él tenía puesta.

Se cambió ahí en la sala, no le vio problema, ambos eran hombres y no pensaba con claridad en ese momento.

El alcohólico se negó a quitarse el suéter de Edd, a pesar de los reclamos del castaño.

─Tom, dámelo, esta un húmedo y te puedes enfermar─ le dijo Edd. No le importaría la salud física de Tom si no fuera un enfermo que necesita atención 24/7.

─Ajaab─ le contestó el más bajo, no podía casi ni hablar de lo tan borracho que estaba.

Edd rodó los ojos y se cruzó de brazos. ─Tom, dije que te quites el maldito suéter─ el castaño volvió a replicar, ahora un poco enojado.

─Ummmpss.

Edd suspiró, rendido. ─Agh, bien, como quieras.

Después de esa inútil charla, Edd llevó a Tom a su habitación, lo recostó cuidadosamente en la cama y lo tapó con las cobijas de cuadros negros y blancos.

─Buenas noches, Tom─ habló el amante de la Coca-Cola. ─Te quiero─ y después de decir eso, se fue del cuarto del bajista.

Tom no sabe si de verdad Edd dijo eso o estaba tan alcoholizado que alucinó el momento, pero aún así se sintió feliz, con esperanzas.

Él sabe que pudo haber sido un "te quiero" platónico, de amigos, pero vamos, son hombres, no dicen "te quiero" muy a menudo ni sin razón aparente.

Al día siguiente despertó con resaca, le dolía la cabeza y todo el cuerpo en general. Notó que traía puesto el hoodie de Edd y sonrió, recordando la amabilidad de su enamorado por haber ido por él.

Se levantó de la cama, todavía con el hoodie puesto y bajó a la cocina, vio que Matt, Tord y Edd ya estaban desayunando. Se sentó al lado de Matt, se preparó el cereal y desayunó tranquilamente con ellos. Nadie dijo nada de porqué tenía el abrigo del mayor de la casa.

Terminaron el desayuno y los otros dos se fue por su parte, Tord fue a su cuarto a leer hentai y Matt tenía una cita, eso dejaba a Tom y Edd solos en la cocina.

─Así queeee...─ comenzó el artista. ─Te gusta mucho mi suéter, ¿eh?─ terminó, señalando el hecho de que Tom aún tenía puesto su hoodie.

El comentario avergonzó a Tom, quien se levantó de la silla y apretó el abrigo. ─Sí quieres me lo puedo quitar─ dijo, comenzando a levantar los brazos, con intención de remover la prenda.

Edd también se levantó. Se dirigió hacia el menor y puso sus manos en sus hombros. ─No, no hay problema, solo que si te enfermas no va a ser mi culpa.

─Aunque se te ve lindo─ dijo, sin pensarlo mucho. Notó como el cataño claro empezaba a ponerse rojo y reflexionó lo que había dicho. Al darse cuenta, soltó los hombros de Tom. ─Ya sabes, lo digo como amigos.

No fue su intención, pero el comentario lastimó a el alcohólico, pero este trató de fingir una sonrisa. ─Sí, como amigos, je.

Edd vio como la sonrisa de Tom se transformaba en ceño fruncido. ─Te incomodé, ¿verdad? Perdón

El bajista trató de calmar a su enamorado. ─No, no es eso, solo desperté así.

El castaño sonrió. ─Oh, bien, supongo...─ ambos se quedaron en un silencio incómodo por un momento, hasta que Edd explotó. ─¡Agh, mierda! ¡mi suéter te queda bien, te ves lindo! ¿¡está bien!? ¡Maldición, lo dije!─ gritó, suspirando profundamente. Fue como quitarse un peso de encima.

Tom se sonrojo. ─Eh bueno...─ dudó un momento, pero sabía que este era la oportunidad de confesarle sus sentimientos a su amigo. ─Edd, tú... tú- me gustas mucho. Y no, no lo digo como amigos─ recalcó al final.

Edd comenzó a sentirse avergonzado, se rió nerviosamente y dijo: ─¡Cine y cena primero, hombre!─ luego corrió subiendo las escaleras, casi tropezando.

Tom se quedó ahí parado, solo. Al cabo de unos segundos una sonrisa se formó en su rostro, ¡Edd lo había aceptado! O algo así, lo único que sabía es que no lo rechazó, con eso estaba satisfecho.


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