Era una noche agradable, había llegado de comparar más Coca-Cola junto con Matt y Eduardo no le estaba jodiendo la vida. Todo era perfecto.
Bueno, casi perfecto...
Edd subió las escaleras, buscando a Tom, tenía que decirle a el alcohólico que ya estaban en casa.
Eventualmente subió las escaleras y comenzó a buscarlo, lo cual fue inútil, ya que no lo encontró. No estaba abajo y le había prohibido salir a beber, así que tenía que estar en alguna parte de la casa. Tom no respondió cuando lo llamó, por lo que posiblemente se quedó dormido.
Se dirigió a la habitación del menor y tocó la puerta un par de veces, no obtuvo respuesta. El castaño comenzó a preocuparse un poco, así que la abrió, sin importarle los gritos que recibiría por eso.
Le sorprendió ver que Tom no estaba en su habitación.
Esto definitivamente desconsertó a Edd, ¿Y si Tom se había escapado para ir a un bar? Lo duda, ya que el bajista no era de romper las "reglas" que el mayor había puesto.
Los pensamientos de el artista fueron interrumpidos por un ruido proveniente del baño. Se acercó un poco para oírlo mejor, sonaba como un llanto.
¿Tom estaba llorando? Edd hizo una pausa, ¿por qué razón estaría llorando? No había escuchado llorar a el menor desde que estaban en la preparatoria, la preocupación lo inundó.
La puerta del baño estaba ligeramente entreabierta y la fuerte luz del foco brillaba a través de ella. El castaño asomó la cabeza y se encontró con algo que no esperaba ver.
Tom estaba sentado en el borde de la bañera, sostenía algo brillante y metálico en la mano mientras las lágrimas inundaban sus mejillas.
Edd miró con preocupación a su amigo, iba a ir a abrazarlo cuando notó brazo de Tom. La muñeca y el antebrazo del menor estaban llenos de profundos cortes rojos que goteaban sangre.
Horrorizado, observó cómo Tom presionaba el objeto de metal, que identificó como una cuchilla, contra su brazo, cerca del codo, y le extrajo sangre.
El tiempo pareció detenerse cuando Edd vio cómo su mejor amigo se cortaba. Las lágrimas cayeron de los "ojos" del alcohólico cuando sus manos temblorosas alejaron la cuchilla. Tom e quedó mirando la sangre y los cortes en su brazo antes de levantar el metal de nuevo para cortar otra vez.
Entonces el de hoodie verde salió de su trance y abrió (empujó, mas bien) la puerta con todas sus fuerzas.
─¡NO, NO, NO! ¡TOM, DETÉNTE!─ Gritó, corriendo hacia Tom.
Tom miró hacia arriba con miedo, la navaja presionada contra su piel. ─¿Edd?...─ susurró.
─Tom, ¿¡que mierda estas haciendo!?─ gritó el mayor, en parte por la ira, en parte por la preocupación. Le arrebató la cuchilla de la mano derecha de Tom. Cuando lo hizo, notó que también tenía cortes en el brazo derecho, aunque no tantos. Edd sintió como se le revolvía el estómago, quería vomitar.
Tom miró a el hombre más alto y trató de decir algo, pero solo terminó cerrando la boca, miró a Edd y luego bajó la mirada a sus brazos.
Edd tiró la cuchilla a la papelera y luego se volteó hacia el pelo de piña. ─¿Tom? Por favor, háblame.
El menor estaba en estado de shock, solo miró hacia la puerta del baño, ¿no la había cerrado con llave?, ¿cómo podía ser tan estúpido? Se pasó las manos por los brazos, sintiendo la sangre en sus dedos.
─Tom...─ el castaño agarró la cara de Tom e hizo que este lo mirara a los ojos.─¿Por qué?─ preguntó, porque eso era en todo lo que podía pensar. ¿Por qué? ¿Por qué se estaba cortando? ¿Por qué no se había dado cuenta del estado mental de Tom? más preguntas inundaron su cabeza. ¿Cuánto tiempo había estado haciendo eso? Edd se sintió abrumado con todas las preguntas. Realmente se preocupaba por su amigo, no quería verlo lastimado. Quería hacer todo lo posible-
─Lo siento...─ Tom se atragantó.
─¿Qué?─ preguntó, sin entender a lo que se refería.
─Lo siento mucho...─ hipó.
─Tom... ¿Por qué te disculpas?─ lo miró con duda.
El británico respiró temblorosamente. ─Hice que te enojaras. Tú-─ más lágrimas cayeron de sus "ojos". ─No necesitabas saber sobre esto, lo siento.
Edd suavizó la mirada, tomó las manos de Tom y lo miró a los ojos. ─Tom...─ secó las lágrimas de las mejillas ajenas. ─No estoy enojado, ¿bien?, de hecho, estoy feliz de enterarme a tiempo. Solo-─ hizo una pequeña pausa, cerrando los ojos para tratar de contener su llanto. ─Solo me hubiera gustado que me lo dijeras.
Tom suspiró y se secó los ojos. ─Yo- lo siento, yo-─ ahogó un sollozo. ─Yo sólo-yo no quería molestar a nadie...─ dijo, apartando la mirada de el mayor.
Edd frunció el ceño ante el comentario. ─Tom, no eres una molestia, por favor no pienses así─ suspiró al no recibir una respuesta. Apretó las manos de Tom, no era muy bueno en el asunto de "consolar a alguien". ─Por favor, dime que pasa.
El castaño claro jugueteó con sus manos y, después de un tiempo, se encontró con los ojos de Edd. ─Bueno... está bien, si tú lo dices.
─He luchado contra la depresión y los pensamientos suicidas durante mucho tiempo, incluso antes de que él se fuera. Todo empeoró cuando ocurrió lo de...─ tragó saliva, no le gustaba hablar de ese incidente. ─el robot. Se puso peor y peor hasta que un día quise suicidarme, aunque no lo hice, solo recurrí a... bueno, ya sabes, cortarme.
Edd pasó los pulgares por el dorso de las manos de su amigo, ignorando las gotas de sangre que manchaban las yemas de sus pulgares. ─¿Hace cuanto fue eso?
─Hace unos cinco meses.
Edd miró a Tom con desesperación, ¿cómo no se había dado cuenta? el menor había estado ocultando los cortes en sus brazos durante cinco meses, ¿cómo no se había dado cuenta de que algo andaba mal? se sentía mareado, ¿cómo podía decir que se preocupaba por Tom cuando ni siquiera podía darse cuenta de algo tan importante?
─¿Estás bien, Edd?─ la voz de Tom lo sacó de sus pensamientos, el alcohólico parecía levemente preocupado.
─Eh, sí, puedes continuar─ le dijo, tratando de tranquilizarse.
─Bueno─ Tom no parecía del todo convencido. ─Quería buscar ayuda, pero siempre me he dicho que todo está bien, hoy es la primera vez que le cuento a alguien que estoy deprimido─ una risa sin humor escapó de sus labios. ─Sé que debería buscar ayuda, pero ¿y si estoy exagerando? Incluso tal vez solo lo hago por atención, nisiquiera sé.
Edd miró los brazos de Tom, luego a Tom. ─Hey, escuchame, no estás exagerando. Necesitas ayuda, por favor, busca ayuda─ soltó las manos de Tom y puso sus manos en las mejillas del menor. ─¿Me lo prometes?
Tom asintió, con una cara inexpresiva. Edd levantó una ceja.
Tom se mordió el labio y frunció el ceño, volviendo a asentir. ─Está bien, está bien. Te prometo que buscaré ayuda.
Edd sonrió y abrazó a el menor, el bajista le devolvió el abrazo y se rió verdaderamente por primera vez en lo que parecen años.
─Gracias, Edd─ habló Tom, aún con una sonrisa cansada en el rostro. Se inclinó hacia el artista y le dio un beso en la mejilla. Edd rió ante la acción. ─De nada, Tom. Ahora vamos a curarte eso─ señaló las extremidades cubiertas de sangre. ─Podrían infectarse.
─Oh, sí, me olvidé de eso─ se frotó los brazos, sintiendo la sangre que para ese entonces ya se había secado en sus ropas.
─Bueno, ¿qué estamos esperando? Vamos─ dijo, besando la frente de hombre más pequeño, para después levantarse y dirigirse a la puerta.
Tom se levantó y siguió a Edd hacia fuera del baño, sonriendo.
─Oye, Tom─ escuchó decir a el mayor
─¿Sí?
─Te amo.
La sonrisa de Tom se hizo más grande. ─Yo también te amo, Edd.