Edd nunca había sido bueno despidiéndose.
Cuando Tord se fue a la gran ciudad, él quedó devastado. El noruego era su mejor amigo, el hecho de que sabía que no lo iba a volver a ver en un largo periodo de tiempo simplemente lo destrozó.
Así que, cuando Tord volvió, no lo pensó demasiado y lo dejó volver a su vida, ignorando las quejas de su actual novio.
Tom fue el primero que notó su estado de ánimo apagado después de la partida de Tord. El artista era una persona alegre y bromista, no alguien que apenas salía de su cuarto a comer. Esa era más personalidad del de azul. El repentino cambio de actitud en su amigo lo preocupo, aunque amás le hubiera preguntado al castaño al respecto si Matt no lo hubiera obligado a hacerlo. Al final terminó yendo con él y preguntarle que es lo que ocurría.
Ese día fue la primera vez que Edd se abrió a alguien. Nunca fue bueno expresando como se sentía y a el de abrigo azul le tomó un tiempo lograr que el mayor hablara con él, que hablara de sus sentimientos. Pero lo logró, y desde ese momento él y Tom comenzaron a ser más cercanos. Hablaban más, salían juntos, se ayudaban mutuamente, Edd incluso notó que Tom actuaba algo extraño cuando estaba con él.
Y luego Tom se le declaró, a lo que él felizmente aceptó, porque Tom era alguien tan hermoso que para Edd era imposible no estar enamorado de él.
De vez en cuando, Edd o Matt mencionaban a Tord, recordando los momentos que vivieron juntos. Cuando eso pasaba, Tom siempre se iba a otra parte o cambiaba el tema de conversación.
Para nadie era sorpresa Tom había tenido una pequeña rivalidad con Tord cuando este aún vivía con ellos. Se insultaban de vez en cuando, se golpeaban a modo de juego o cosas así, nada realmente tan serio, solo era algo que ellos tenían.
Y desde qué el mayor de la casa le contó sobre como echaba de menos a Tord, de alguna manera logró hacer que el "odio" del alcohólico hacia él aumentara.
Volviendo al principio, el rubio cenizo había vuelto, casi ocho años después de su partida y Edd obviamente lo recibió con los brazos abiertos. Lo primero que hizo cuando lo vio fue abrazarlo porque mierda, de verdad extrañaba a ese chico con una fascinación por las armas y con una rara adicción al hentai.
Esto obviamente puso a Tom un poco celoso, pero nada fuera de lo común, los típicos celos que te dan cuando tu pareja se comporta cariñosa con alguien más. O eso pensaba Edd. El mayor genuinamente creyó que ellos volverían a hacerse bromas estúpidas, que volverían a actuar como siempre lo habían hecho.
Al parecer se equivocó.
Tom llevaba diciéndole todo el día que no era buena idea dejar que Tord entrara de nuevo a sus vidas, algo que Edd se tomó como un "estoy celoso, deja de hablarle". Él estaba tan feliz con el regreso de su mejor amigo que ignoro completamente los sentimientos de el menor y como Tord lo maltrataba físicamente.
Todos tienen un punto de quiebre, y el de Tom fue ver a su novio diciéndole estúpido solo para estar de acuerdo con Tord. Jamás pensó que Edd, aquel tipo que le prometió cuidarlo debido a su frágil estado mental, el que le dijo que siempre lo iba a amar, ahora estaba tomándole más importancia a un estúpido noruego que le había hecho daño que a él, su maldita pareja.
Arrojó el sillón en dirección al de abrigo rojo, le gritó y se fue de la casa, la ira no lo dejaba pensar con claridad.
Edd se dio cuenta de que tal vez no había estado bien haberse burlado del menor solo para tener la aceptación de Tord, pero también pensó que el de cuencas era alguien que, aunque parecía rudo, era muy sensible, y creyó que de nuevo era algo que él se había tomado muy a pecho.
Se empezó a preocupar cuando después de un par de horas Tom todavía no regresaba, a lo que le preguntó a Tord al respecto (en mi puta vida voy a usar la palabra "comentó") y él solo se burló y le dijo que "él estaría bien".
Edd se tragó eso, riéndose de lo patético que podía llegar a ser por preocuparse por las personas.
Fueron a un centro comercial, y el castaño pudo ver como su novio corría a una dirección desconocida para él. Volteó a ver a Matt, confundido por la extraña actitud de él bajista.
Obligó a Matt a dejar el espejo donde se estaba admirando. Lo arrastró de regreso a su hogar, donde vio a Tord en una especie de robot gigante, disparandole a su casa.
Le gritó a Tord, exigiéndole una explicación de porque su casa estaba destruida y la de Eduardo también. Tord solo le respondió con una sonrisa y arrogancia, diciéndole que solo había vuelto por su robot, que estaba feliz de que "Edd lo había cuidado bien". Edd, aún con confusión, habló sobre que él creía que Tord era su amigo, a lo que Tord contestó que no.
Los ojos de Edd se abrieron tan pronto como escuchó las palabras de Tord. Decir que estaba herido por lo que había dicho era quedarse corto. Su mejor amigo, al que amaba como su hermano, se burlaba de él, diciéndole con una sonrisa que él nunca lo había considerado importante.
Luego Tom salió de la casa, con el cabello alborotado y jadeando un poco por haber corrido tratando de esquivar las balas del robot rojo. Le gritó con ira y le lanzó el mismo invento con el que Tord se había burlado de él horas antes, con intención de llamar su atención. Funcionó, porque lo único que logró fue hacer que Tord lo volteara a ver, lanzándole un misil como respuesta a su enemigo.
Tom observó con temor como su fin se acercaba. Feliz, de que al fin podría morir y dejar el sufrimiento atrás, pero a la vez triste, porque lo último que había hecho con Edd había sido pelear. Sabía que Edd iba a estar mejor sin él ahí como estorbo, pero aún así quería aunque sea tener la oportunidad de despedirse de él.
Edd solo pudo quedarse parado viendo como su casa explotaba con su novio adentro. Cuando la explosión pasó, cayó de rodillas, sus ojos llenos de lágrimas y con un nudo en la garganta. Vio como Tord se reía y luego se iba, sin importarle que literalmente acababa de matar a alguien.
Y entonces Edd lloró, incluso cuando Matt lo abrazó y trató de consolarlo, lo único que pudo hacer fue llorar, llorar y llorar por Tom, porque ya no lo vería, porque no volvería a escucharlo reír, porque no pasaría más tiempo con él, porque no lo basaría nunca más, porque estaba muerto.
No podía hacer nada más que culparse, él había dejado a Tord quedarse, lo había apoyado y había confiado en él. Gritó el nombre de Tom, esperando una respuesta, esperando que Tom saliera de los escombros y le dijera que estaba bien, que nada había pasado y solo era una horrible pesadilla de la que pronto iba a despertar. Pero nada de eso pasó, porque Tom estaba muerto y nunca más iba a volver.
Edd nunca había sido bueno despidiéndose, y esta vez no era distinta.
