The last of us (Joel Miller)

8

-Deberíamos decirle la verdad a Ellie...-susurre esa noche en la cocina, sabiendo que La Niña dormía arriba en su cuarto, pero no quería ninguna sorpresa.

-¿Te estás arrepintiéndo?-pregunto seriamente Joel. Yo negué con la cabeza.

-Esa niña nos quiere, ella va a entender que fue lo qué pasó...

-Ella no es nuestra hija... y lo sabe.-dijo con dureza.-Ella se sentirá traicionada y se irá corriendo de aquí, y no podríamos encontrarla jamás ¿quieres eso?

-Obvio que no. Pero, Joel, no es justo vivir así, en una mentira.

-Aquí será feliz...-dijo, negué con la cabeza.

-Eso ya lo sé Joel.- tome sus hombros para que me mirara seriamente.-Pero todo va a venirse abajo cuando sepa la verdad, entre más tiempo pase, más daño se hará. No quiero perderla, aún estamos a Tiempo Joel...

El negó con la cabeza y cerró sus ojos frustrado.

-Dejemos las cosas como están ¿si? Un día a la vez.

Suspire agobiaba, no se podía discutir con este hombre, siempre iba a ganar, por que yo lo respetaba y admiraba.

Yo lo respetaba y admiraba...

Las palabras resonaban en mi cabeza una h otra vez. Sentía eso desde que vi, como arriesgó su vida para salvar a Ellie de esa gente, como después de estar enfermo, vino a buscarnos y no se rindió hasta encontrarnos.

Yo admiraba a Joel, yo... yo quería a Joel.

Acaricié su hombro hasta llegar a su cuello y con mi pulgar acaricié su rostro.

-Esta bien...-susurre.-Como tu quieras...

Se quedó mirándome por varios segundos, y dudé varias veces en si besarlo o no, pero no podía, el miedo al rechazo de instalo en mi pecho; así que solo lo abracé, acariciando su espalda con cariño. Una de sus manos se fue a mi cabeza y la otra en el medio de mi espalda para sostenerme cerca.

-Gracias por entender...-susurro cerca de mi oído. Yo asentí. Di un beso en lo que podía de su cuerpo, yo era muy baja como para alcanzar su rostro, le llevaba apenas al hombro.

El beso mi cabeza. Joel tenía un lado dulce conmigo, que me hacía derretirme.

-¿Podemos hablar?-me gire, y puse al nino en el suelo, la esposa de Alejandro estaba en la escuela, queriendo hablar conmigo.

-Estoy trabajando ahora...

-Puedo esperarte... ¿sales a tu descanso en veinte minutos no?

Asentí. Estaba tan nerviosa que la boca comenzaba a saberme a sangre, ¿por que quería hablar conmigo? No lo he visto desde ese día que hablamos, tampoco habíamos planeado vernos, no entendía por que ella estaba aquí.

-Está bien pero... sin escándalos ¿si?-susurre a lo bajo, y ella asintió. La vi salir al patio donde los niños jugaban.

-¿Está todo bien?-pregunto mi compañera, asentí con la cabeza.

-si, es solo que al parecer el pasado me persigue.-susurre.-¿Quien es este nino tan lindo?-pregunte jugando con Nico, uno de los bebés, el rio, me gustaba mucho hacerlos reír, me llenaba el alma.

-Descuida no vengo hacerte ninguna escena.-dijo cuando me acercaba a ella.

-¿De que querías hablar?

-Yo conozco AleJandro desde que esto comenzó... Yo era apenas una niña, tan pequeña como tú hija, pero me enamoré de él desde que lo vi. Lo ayude a buscarte por muchos años...-susu ojos de llenaban de lágrimas, mientras que ponía algo en la mesa, me acerqué para verlo.-Nadie podía hacerle daño a esta foto, te busco por todos lados...