15.- Reconciliacion y declaración

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Los días se volvieron largos, Neteyam sentía que no aguantaría más tiempo lejos del metkayina, ya habían pasado 5 días desde su ataque de celos y Aonung no parecía dispuesto a hablarle, era tan tortuoso seguir de esta forma que había escapado a la isla donde estaba arreglando la supuesta "velada romántica" y se quedó allí los últimos días.

Quería verlo y abrazarlo, necesitaba escuchar su voz y poder ver su hermosa sonrisa, realmente lo necesitaba demasiado, sin muchas ganas se levantó del nido que había armado, sumergió sus manos en el pequeño lago y se lavo el rostro, debía regresar ya que le había dicho a su madre que solo estaría en ese lugar 2 días, ya más despierto tomo sus cosas y salió.

No quería volar directamente en el área de caza de los metkayina así que fue por la parte trasera de la isla, el camino era más largo pero de esa forma quería evitar que Aonung se sintiera molesto por verlo.

Cuando llegó a su hogar, no encontró a nadie dentro, supuso que salieron por algunas cosas y que regresarían pronto, lentamente se sacó su equipo y se acostó sobre su hamaca, y en algún momento se durmió profundamente.

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Aonung se encontraba en la playa junto con su hermana y los hermanos de Neteyam, noto que hace 3 días Neteyam no se encontraba en el clan y eso definitivamente le preocupo, ya las cosas se habían calmado pero aún no encontraba el momento apropiado para hablar con el, mientras las chicas jugaban se acercó a Lo'ak, realmente necesitaba saber en donde estaba Neteyam.

"Lo'ak, hace 3 días que no veo a Neteyam, tu sabes dónde está" el omatikaya levanto la vista para observar al metkayina, el joven se encontraba armando un objeto humano que Aonung no entendía para que servía.

"Se fue algo lejos de aquí, no se sentía bien así que decidió estar solo por unos días, creo que hoy volverá pero aún no eh visto a su ikran" Aonung asintió mientras que regresaba su vista al océano, 'y si voy a su hogar, tal vez ya regreso' ese pensamiento basto para que se levantará de la arena y caminara hacia el Mauri de los Sully.

Estaba algo inseguro ya que si Neteyam realmente estaba ahí, que le diría, aún no había pensado en que decirle a Neteyam y no quería huir de el si lo veía.

Al llegar al Mauri no encontró a nadie, se adentro al hogar y corrió la tela para ver dentro del espacio de las hamacas, y ahí lo encontró, Neteyam se encontraba dormido en su hamaca.

Aonung lo observó por un momento antes de acercarse al joven, a paso lento llegó al lado de Neteyam, admiro su rostro dormido, sus manos estaban sobre su estómago y su cabello estaba algo desordenado, parecía que solo se dedicó a dormir durante esos días que estuvo lejos.

Decidio que lo dejaría descansar, y apenas se volteo una mano rodeo su muñeca, la mano caliente de Neteyam envolvió gentil la muñeca de Aonung.

Aonung sintió que Neteyam bajo de su hamaca y ahora estaba parado detrás de el, el agarre en su muñeca era suave y si el quería podía soltarse fácilmente eh irse pero no lo hizo, solo se quedó parado en silencio.

"Aonung porfavor perdoname" la voz de Neteyam sonaba rasposa, parecía que le era difícil hablar "Se que herí tus sentimientos y de verdad me arrepiento de lo que te hice, se que no tengo escusas y también se que si decides no volver a hablarme estaré de acuerdo contigo pero al menos dame la oportunidad de decirte el por qué actúe de esa manera"

Aonung sabía que este era el momento así que se volteo y miro a Neteyam, sus ojos dorados estaban sin brillo y sus orejas y cola estaban caídas, el corazón de Aonung se contrajo al ver a su amado de esa forma.

"Yo te escucharé Neteyam" en ese momento el cuerpo de Neteyam reaccionó, sus orejas y cola se levantaron mientras que sus ojos poco a poco recobran su brillo, tomo con más confianza la mano de Aonung y

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