En las orillas de una bella isla estaba acostado un cuerpo que parecía totalmente inerte, el cual tenía golpes y cortes no tan profundos.
Las horas pasaban y cuando el sol estaba por desaparecer, sonidos ligeros empezaron a salir del joven, le siguió una fuerte tos y empezó a vomitar agua por montones, sus ojos verdes estaban desenfocados, no sabía dónde estaba ni como había llegado a ese lugar.
Con dificultad se levantó de la arena, mirando a su alrededor se percató que no había nadie allí, 'Que es lo que está pasando?', se repetía el joven.
Camino poco a poco dentro de la isla, miraba la vegetación buscando algo de comer mientras trataba inútilmente de recordar.
Tanto esfuerzo hacia que su cabeza doliera y peor aún sentía que definitivamente necesitaba regresar a su hogar por qué algo muy importante tenía que solucionar, pero sus esfuerzos eran inútiles.
Respiro profundamente para calmar su mente, 'Solo dejaré de intentarlo por ahora', trataría después de curar sus heridas y comer algo, necesitaba tener energía para salir de esa isla.
Sus pasos se detuvieron al encontrar algunas hierbas medicinales y ricas frutas, se sentó en la sombra de un árbol y comió lentamente, con algunas hojas grandes cubrió sus heridas luego de aplicarse la medicina y con su estómago lleno y su cuerpo más cómodo decidió reposar.
La suave brisa movia sus cabellos suavemente todo estaba en paz pero esa paz fue interrumpida repentinamente al escuchar un crujido que provenía de los árboles, cómo pudo el joven navi se oculto ya que podría ser algún animal peligroso pero vio para su asombro a unos seres algo extraños.
Su piel era blanca y eran bastante pequeños, tenían cosas raras en sus manos, no tenían la trenza para la unión espiritual y tenían telas por todo su cuerpo, el navi pensó que podría pedirles ayuda pero algo en su cuerpo sentía miedo al ver a esas criaturas, 'No parecen peligrosas pero siento que si me acerco ellos me harían daño'.
El navi permaneció oculto mientras esos seres pasaban, los veia entre asustado y curioso, hasta que un joven paso, su cabello era negro, traía unas telas blancas sobre su cuerpo tenía un rostro amable pero lo que llamo más su atención eran sus ojos los cuales eran grises.
Su corazón se volvió loco al verlo, 'Quien eres?', era en lo único que podía pensar el joven navi al ver a ese otro joven pasar, sus verdes no se despegaron del cuerpo del otro joven hasta que se perdieron entre la vegetación.
Un encuentro inesperado que traería consigo consecuencias catastróficas.
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Los enamorados se encontraban paseando por la arena, ambos habían estado muy ocupados y no habían podido pasar un momento juntos después de la fogosa escapada que tuvieron hace algún tiempo.
Neteyam se había mostrado bastante centrado en su misión pero también estaba muy atento a los preparativos de su unión, lógicamente su tiempo era limitado pero parecía que todo iba bastante bien.
Aonung se había encargado de preparar muchas cosas solo ya que entendía la posición en la que se encontraba su amor, claro está que en varias cosas tuvo a su amor presente y eso lo alegraba.
Ambos se dirigían al bosque para poder alejarse un poco de todo lo que pasaba, muchos preparativos, muchos planes, mucha información, y eso los estaba estresando un poco.
"Mi amor, como estuvo tu día, no pude verte en casi toda la mañana" la voz de Neteyam llamo la atención de Aonung, el cual se encontraba abrazando el brazo izquierdo de Neteyam.
"Hoy estuve probando la comida y bebida que se serviran en nuestra ceremonia de unión, también vimos las flores y algunas canciones, no fue tan pesado pero si llevo bastante tiempo, y tú Ma'teyam que tal estuvo tu día"
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El Azul más Hermoso
RomansaNeteyam y su familia deciden ayudar al clan metkayina puesto que están cazando a sus hermanos tulkun, el joven no sabe que al llegar su corazón empezará a latir desenfrenado por el hijo del Olo'ektan Tonowari. Rashos es la primera vez que escribo...