Día #2: Doméstico

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– "¡Papá! Papá, ¡ven rápido, te lo vas a perder!" – exclamó una pequeña niña de orbes rojos, cuya melena verde llevaba atada en dos coletas.

– "Tsubaki-chan, papá está ocupado. Seguro que tiene otra oportunidad más adelante" – la mujer le habló en un tono calmado, mientras le sonreía y le acariciaba la melena.

El sonido de algo rompiéndose hizo eco en el pasillo.

– "Papá jamás está ocupado para ninguna de sus nenas" – el rubio entró en la habitación con la respiración agitada, dejando en evidencia que se había apresurado en llegar junto a ellas tan pronto como fue llamado.

– "Espero que no dejaras un desastre a tu paso, Katsuki" – el tono dulce de su voz se contraponía completamente a sus palabras, y es que la gran sonrisa que traía el hombre le borraba a ella cualquier preocupación.

– "Shh... Ya hablaremos de eso más tarde, cariño. Hay asuntos más importantes" – le habló despacio, arrodillándose frente a ella en el sofá, y dejando caer suavemente su cabeza contra su vientre abultado – "¿Tú lo sentiste?"

La última pregunta iba dirigida a la pequeña, que observaba con ojos brillantes como su padre se había recostado sobre el vientre de su madre, para constatar su hallazgo.

– "¡Te lo juro! Solo presta atención" – la pequeña comenzó a dar saltitos en el sofá, cuando de pronto, el padre dio con el motivo que lo había hecho abandonar su reunión virtual de la agencia.

Una poderosa pero pequeña patada de bebé se dejó sentir en su mejilla, a través del vientre materno, y Katsuki sentía que su pecho se llenaba hasta desbordarse de orgullo.

– "¡¡¡ME DIO UNA PATADA!!! ¡¡¡ME DIO UNA JODIDA PATADA!!!" – exclamó victorioso, levantándose rápidamente de su posición para dar un gran salto, mientras involuntariamente con sus manos generaba pequeñas explosiones de la mera felicidad, y su pequeña niña lo imitaba dando pequeños saltitos junto a explosiones también.

Sus gritos se oyeron hasta la oficina en donde tenía la reunión virtual, pues de lo rápido que se desapareció, olvidó incluso silenciar el micrófono.

– "¡Hey! No nada de quirks dentro de la casa, ¿está bien?" – la peliverde intentó calmarlos, pero ambos desbordaban de felicidad.

La pequeña se lanzó a los brazos de su madre, y Katsuki, sin poder contener sus emociones, se agachó hasta acoger a su esposa entre brazos y alzarla del sofá.

– "¿Qué haces, Katsuki?" – le preguntó ella divertida, sabiendo que pese a cargar con el peso de una vida en su interior, para los brazos de su esposo siempre pesaría igual o menos que una pluma.

– "Ya te pediré perdón después, Tsuyu, pero esto debo presumirlo" – y cargando tanto a su esposa como a su hija que iba sobre ella, el rubio se apresuró en volver a su oficina y frente a la cámara, en donde Izuku, Shoto, Hawks, Tokoyami y Best Jeanist aún le esperaban, a sabiendas de la razón por la que se había marchado sin dar explicaciones.

– "¡El bebé dio su primera patada! ¿Escucharon todos? ¡Tendrá un par de poderosas piernas, igual que su madre!" – anunció, posicionándose frente a la cámara con Tsuyu entre sus brazos, mientras la pequeña Tsubaki se inclinaba para saludar a sus "tíos" en la cámara.

Katsuki era un hombre nuevo desde que se había transformado en padre. O no, incluso antes, desde que había obtenido el título de "esposo".

Amaba presumir hasta lo más mínimo que él percibía como positivo en su vida de casado, incluso le presumió a Izuku por llamada telefónica, a las tres de la mañana, el hecho de que iba a convertirse en padre por primera vez. Y luego a Kirishima. Y también a Shoto.

Para las cuatro de la mañana de aquel día, todos sus amigos estaban al tanto de la llegada de Tsubaki, y lo mismo sucedió con el bebé que esperaban ahora.

Dentro de la pantalla, Izuku saludaba animadamente a su querida Tsubaki, con quien adoraba jugar. Best Jeanist felicitó nuevamente a quien fue su discípulo por años, mientras que Hawks no hacía más que reír, enunciando siempre que Katsuki era un hombre "muy vigoroso" al concebir a su segundo hijo luego de cinco años de matrimonio.

Tokoyami sonrió de forma sutil; nunca había sido muy expresivo, pero allí estaba Dark Shadow para él, alzando su pulgar arriba y felicitando a la joven pareja en su lugar.

Rápidamente y sin previo aviso, Ochako se apoderó de la cámara de Izuku, y se dirigió directamente a su mejor amiga.

– "¡Tsuyu-chan! Muchas felicidades" – exclamó con una gran sonrisa, mientras veía a su amiga aún siendo cargada en brazos de su testarudo esposo – "¡Tienes que saber que, en un par de meses más, Tsubaki-chan y Ryuji-chan tendrán un compañero de juegos!"

Y ante la noticia, Katsuki bajó a su esposa, para que pudiese ver mejor la pantalla.

– "¡No puede ser!" – Tsuyu exclamó desbordando felicidad – "¡Felicidades, Ochako, Izuku!"

– "¿Tú estás...?"

Ochako asintió.

– "¿Nosotros vamos a...?"

Ochako asintió otra vez.

– "¡¿DE VERDAD?!"

Por tercera vez, la castaña asintió feliz, al borde de las lágrimas.

– "¡Felicidades, Izuku!" – exclamó el rubio abrazando a su esposa por la cintura, mientras su hija se unía también al cuadro familiar.

– "Sí bueno, a nadie le interesa un ladrón frecuente de carteras en la avenida, ¡Que viva la nueva generación!" – añadiendo la nota humorística, Keigo se unió a las felicitaciones, y la reunión tuvo que ser postergada para otra ocasión, pues las parejas que esperaban nueva vida acordaron que se reunirían a cenar y celebrar.

Katsuki cerró la pantalla de su laptop, se acercó a su esposa y la besó suavemente en sus labios, mientras Tsubaki se cubría los ojos alegando que no quería ver eso. Ambos rieron, y el rubio abrazó a su esposa, escondiendo el rostro en su cuello.

– "Gracias, Tsuyu... Cuando me dijiste que sí, en el altar, creí que no tendría otro momento en mi vida más feliz que ese. Luego me dijiste que esperabas a Tsubaki, y la felicidad me desbordó, todavía más cuando nació. Luego apareció Ryuji que viene en camino, y hoy, he vuelto a ser inmensamente feliz con su patada. Cada vez que creo que no puedo ser más feliz con la vida que llevo, siempre me sorprendes. No estoy seguro de poder agradecerte lo suficiente algún día" – confesó, rozándole el cuello con la nariz, casi como si quisiera refugiarse en ella.

– "Te amo, Katsuki" – susurró ella en respuesta, besándole la melena rubia.

– "Y yo te amo a ti" – respondió él inmediatamente, levantándose para verla a los ojos.

– "¡Pero ambos me aman más a mí!" – exclamó Tsubaki, saltando hacia sus padres y siendo atrapada exitosamente por ambos, quienes la envolvieron en un gran abrazo.


~*Fin del capítulo*~

¡BakuTsuyu feat. IzuOcha!

Me sentí muy feliz haciendo este capítulo, espero que a ustedes también les guste, y muchas gracias por el apoyo <3

¡Nos leemos mañana!

Bakutsuyu week | 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora