Favorite Crime - Omegaverse [ "adaptación"]

|10| Te haré mía (celos II) / Estoy sucia

Narradore Omnisciente:

Quizá se pregunten por lo del incidente de la escuela, así que no me alargaré mas e iré al grano:

La rubia teñida se había peleado con su "amiga", en eso la había intentado besar.

Lucía la llamó en la tarde, pero no pudo contestar debido a que su teléfono se le fue arrebatado.

Sabía que esto iba a tener consecuencias, y las tuvo; Quien se apareció en la hora de deportes fue la alfa, con una mirada penetrante en todo momento.

Sin mencionar que Amity realmente no entró a la enfermería, en cuanto Luz salió al patio la mayor llegó, tirando de su brazo apartándola.

— ¿ Por qué no me contestabas? — soltó cortante luego de enverrarse a ella y a la omega en el cuarto de el conserje.

— Me quitaron el teléfono, está prohibido su uso dentro del campus. — se disculpó la menor.

— ¿Qué hiciste esta tarde? — siguió con una penetrante mirada, se veía molesta.

— ¿Estuve en clases?... — ante esa respuesta la acorraló en la pared golpeando esta misma, asustando a la chica.

— Preguntaré sólo una vez más. ¿ Qué hiciste esta tarde? — se acercó a ella, sentía su aliento en su cara y su amargo aroma inundando la habitación.

Ella no entiende, a la morena le molesta, considera que sólo está ignorando esto.

Pero no.

A la alfa no le hace sentido que ella no se de cuenta que le molesta su cercanía con Luz.

La de tes pálida respondió temblando:
— L-lucía, no sé qué hice, ¿ Estás enfadada conmigo? — la castaña chasqueó la lengua, " ¿Me cree estúpida?" sus ojos se enegrecían dado a lo instintivo que este momento se tornaba.

No le importó la inseguridad de la pequeña, sabía el trauma que iba detrás, pero estaba muy molesta. Una patética excusa.

— ¿ Por qué me haces esto?... — la latina soltó, mirando para el lado con autocompasión.

Así es, se sentiría emocionalmente en deuda.

La de los orbes dorados miró con confusión a la castaña, pero agarrando la mejilla de la contraria para tratar de consolarla.

Lucía buscaba hacer ver sus emociones, de una horrible forma.

Deseaba infundir culpa, se enfocó en su deseo egoísta de sentirse "especial" en la cabeza de la menor.

La de tes pálida nunca entendía los deseos de la contraria.

Realmente trataba, pero se decepcionaba, se sentía bajo la altura, culpable de no cumplir las expectativas de Lucía.

— Yo te amo más que a nadie en el mundo y tú sólo piensas en mí hermana. — la omega pareció hacer la conexión, empezando a negar todo:
— No es así, Luz es sólo una amiga para mí . —

La alfa se molestó, golpeando ambas muñecas de la teñida contra la muralla, gritando:
— Mientes. — empezó a sacarle la ropa.

— ¡Te irías con la primera que te dé una mierda de cariño porque eres una puta! ¿No ves todos mis esfuerzos por hacerte feliz?  ¡ ESTOY TRATANDO CARAJO! — La pequeña empezaba a sentirse horrible consigo misma.