2;- te ves bien

375 61 10
                                    


Los días pasaban con normalidad en la cafetería. El olor de los granos molidos y el sonido de la máquina, sumado al leve murmullo de los clientes, creaba un ambiente muy acogedor para el híbrido de oso. De todas las tardes en las que Juan se pasaba por la cafetería, recuerda varios días especiales en concreto, como el día que llegó con un nuevo corte de pelo.

Era pasada la tarde, el sol de primavera empezaba a caer con unos suaves rayos naranjas de compañia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era pasada la tarde, el sol de primavera empezaba a caer con unos suaves rayos naranjas de compañia. Spreen limpiaba la barra mientras charlaba con su compañera, Mayichi, quien terminaba de fregar algunos platos. A esa hora, la cafetería esta especialmente tranquila y podían relajarse mucho más.

- y os vais todo el finde?

- si! Cris y yo vamos a disfrutar de ese festival al máximo! - comentaba emocionada la hibrida de gato el plan que tenía pensado con su novia.

- seguro que se la pasan bien, pero espero que me compensés las horas que te voy a cubrir - protestó el azabache.

- aww vamos, si tú eres un obseso del trabajo! - le dio un suave codazo mientras reía, dejando los platos de lado para acercarse más a su compañero - estaría bien que tu también descansases, sabes? - la más baja se apoyó en la barra para hablar más cómodamente - Y que encuentres a alguien especial también, siempre estas muy solo.

- cheee perdón ma-má - burló - necesito el dinero, y ni me interesa ni me preocupa no tener pareja; estoy mejor solo, así me centro en-

- en el trabajo y bla y bla y bla, siempre igual macho - la chica de orejas de gato volvió a sus platos mientras se reía de Spreen.

- además, no estoy solo, tengo a pelusa - se irguió, posando con orgullo al mencionar a su gata.

-las mascotas no hacen la misma compañia que las personas - refutó

- eso lo decís vos.

Mayichi no podía evitar más la risa por las tonterias de su compañero. Spreen suele ser muy serio e intimidante con todos, pero en esos momentos de comodidad suelta su lado más bobalicon.

Entre las risas de repente se infiltró el sonido de una campanilla, indicando que alguien había entrado en la cafetería. Al voltearse a ver, los ojos plata de Spreen dislumbraron una imagen preciosa; aquel chico que nunca faltaba a su café del día al fin hacia su aparición, siendo arropado por los tonos dorados del atardecer, vestido con una sudadera rosa que, según Spreen, le quedaba muy bien, y un pequeño gran detalle nuevo en él; su pelo ahora era mucho más corto, sin pasar de sus orejas y dejando colgar un flequillo sobre su frente.

El camarero estaba en trance contemplando el nuevo look de Juan mientras el chico entraba a la cafetería tocandose el pelo ansioso y algo incómodo, a caso no estaba satisfecho con su nuevo corte?

- buenas, lo de siempre? - saludo Spreen cuando se acercó a la barra.

- em si porfavor, gracias -definitivamente no se encontraba cómodo.

- pelo bonito - soltó el camarero antes de ponerse a preparar el café, pero se arrepintió de hablar sin pensar cuando procesó la frase que acababa de decir.

- eh? Como? - una pequeña risa de incomprensión salió del castaño.

- o-osea que- te queda bien ese corte de pelo, te ves bien - las palabras se amontonaban en la lengua de Spreen, hacia todo su esfuerzo por soltar algo coherente y que no le dejase en ridículo.

El rápido elogio pillo desprevenido al castaño, quien se puso rápidamente como un tomate - ah ehh g-gracias -

Se quedaron en un breve silencio incómodo del que Spreen huyo para preparar su café. Mayichi vio toda la escena como si de una serie adolescente se tratase, con una sonrisa ladina asomándose por su blanca y pecosa cara.

Pensaba que ella era de las pocas personas que podía sacar la faceta amable y poco conocida del azabache, pero al parecer, ese chico de gafas sacaba a la superficie una faceta de Spreen que, cree, ni el mismo conoce. Eso sería interesante de ver.

Cuando el camarero término de preparar el famoso latte macchiato con caramelo, se lo ofreció al dueño de este, intercambiandolo por el dinero justo que costaba el café. Spreen entonces saco una gran galleta con pepitas de chocolate y la sirvió en un plato, ofeciondosela también.

- para vos.

- jeje gracias - el amable gesto del hibirido ya era una costumbre, y obvio que Juan no le iba a decir que no.

Tomaba su café y su galleta tranquilo, pero una duda seguía rondando su mente, y cuando Spreen parecía libre de sus tareas decidió preguntar:

- seguro que me veo bien?

- hm? Claro capo, porque lo decís?

- es que, no se...- decía tocandose el pelo encogido en su asiento - siento que no me queda del todo bien tan corto, creo que me pase, me debo ver fatal - oh no, su ansiedad estaba ganando la pelea; empezó a tirarse del pelo de la repulsión que le daba.

- eh eh eh pará - advirtió, deteniendo su mano de seguir dañando sus suaves mechones marrones - me dejas decirte algo?

- el que?

- para mi, te ves muy guapo así- confeso, haciendo que plata y miel se mirasen fijamente, sin soltar la mano del chico enfrente suyo.

Juan era capaz de oír el rápido latido de su corazón en sus oídos, la cara le ardía y un sentimiento cálido le inundó el pecho. No había recibido un alago así en muchos años, y de pronto sintió que, quizá, su decisión de cortar su larga melena no fue tan mala idea.

- a-ah g-gracias - apartó su mano y procedió a terminarse su café y poste rápidamente. Los nervios le iban a hacer desmayarse ahí mismo - gracias por el café, adiós! Hasta mañana! - salió apresuradamente de la cafetería, empujando la puerta y chocandose con esta por no leer el cartel de "tirar", dejando detrás de él únicamente el sonido de la campanilla.

- ah a-diós... - se despidió apenado por la rápida salida del de gafas. Su amiga se acercó a el, habiendo sido espectadora, de nuevo, de toda la escena - Mayichi, hice algo mal? - preguntó preocupado volteandose a ver a la chica.

Esta le dio unas palmadas de consuelo en el hombro - tranquilo, no has hecho nada malo, no te rayes.

- segura?

- segurisima - afirmó, transmitiendo su calma y seguridad al más alto - pero tu estas seguro de que no quieres una pareja?

- eh? A que viene eso ahora? - frunció el ceño; genuinamente lo preguntaba.

Dios santo, este chico si que es estúpido a veces.

----------------

Hola de nuevoooo, espero que el capítulo os haya gustado!
Siento que los capítulos que hago son muy cortos o que no pasa nada, pero que los alargo de más con frases muy largas (no puedo evitarlo perdon sjsjsjs) he tratado de hacer este capítulo lo más largo a la vez de dinámico que he podido, espero que os guste <3

Nos vemos a la próxima?

Latte macchiato con caramelo - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora