Lisandro quedó boquiabierto por lo que le estaban informando por Mail en ese momento.
Creyó que se caería de culo de no ser porque estaba sentado en la silla de la escuela.-Profe, ¿Puedo ir al baño?- preguntó y le concedieron el permiso.
Con rapidez se dirigió al lugar y sin importarle que pudiese entrar alguien pegó un salto de felicidad; lo habían llamado para jugar en las juveniles de boca.
Le escribió a su madre que necesita hablar con ella apenas llegue a casa, por suerte era la última hora y no restaban muchos minutos para que esta termine.
Volvió al curso ubicándose en su asiento en el fondo y agradeció internamente cuando pasados diez minutos pudieron retirarse del establecimiento educativo.Lisandro no vivía muy lejos de la escuela por lo que no tardó demasiado en llegar hasta su hogar. Sus perros lo recibían con el mismo cariño de siempre y lo hacían sonreír.
Después de jugar un rato con ellos se adentró en la casa buscando a su madre, esperando que esta se encuentre allí.-¡¿Ma?!- gritó y la mujer lo retó por el tono de voz.
‐No grites Lis, que duerme la nona- pidió y frunció el entrecejo al ver la emoción que manejaba su hijo.
¿Qué le habría sucedido?
-¡Me llamaron para jugar en la juvenil de boca, mamá!- comenta con una sonrisa y Silvia queda sorprendida por dicha noticia, pero no tardó mucho en abrazar y felicitar a su hijo.
La noticia la tomó por sorpresa, pero el saber que su hijo tenía la oportunidad de cumplir su sueño la hizo sentirse agradecida y realizada como madre. ¿Qué más hay que ver feliz a tu hijo?
La tarde de Lisandro se basó en conversar con sus padres sobre la gran oportunidad que se le estaba dando, era algo un tanto irreal, se había probado en tantos clubes que había perdido la cuenta.
Si era honesto, la idea de dejar Gualeguay lo asustaba un poco. La idea de dejar su pueblo, su gente y todo lo que conocía lo ponía nervioso, pero la cantidad de cosas que iba a experimentar y vivir lo tenían con mucha expectativa.
De todas formas estaba en su último año de secundaria, iba a dejar vínculos atrás pasado ese año e iba a tener que elegir algo que estudiar, y si era honesto no se veía viviendo de otra cosa que no fuera el fútbol.En otra parte del país se da una situación similar, pero a la vez totalmente distinta.
Cristian recibe un mail idéntico al de Lisandro, pero con su nombre y datos, lo habían fichado para jugar en las juveniles de boca.
Había corrido desde su pieza hasta el negocio de su madre para contarle esa noticia que lo tenía más que feliz, ese era su futuro, el que tanto había soñado.
Pero al parecer, Rosa y Quito no estaban tan felices por dicha noticia. No es que no les alegrara que el trabajo de su hijo por fin diera frutos después de tanto esfuerzo, pero sabían con exactitud que por el fútbol Cristian dejaría todo.-Felicidades hijo- dice con una sonrisa cautelosa. -¿Qué pensas hacer?-
-¡Y aceptar! Me están llamando a mí ma, entre tantos pibes que pueden haber elegido me llamaron- comenta ilusionado.
-Sí hijo, lo sé- responde acariciando su cabello. -Solo que tenés que pensar en los estudios también- dice y Cristian hace una mueca.
Esperaba mucha más emoción que la que le estaban dando. ¿Por qué no podían alegrarse por él y listo? ¿Acaso no era tan extraordinario como él lo veía?
Aquél deporte era su pasión, era a lo que se quería dedicar de por vida y esta era su gran chance.-Vieja, es la oportunidad de mi vida- comenta Cristian mirándola. -Sabes que mi meta es vivir de esto- dice y la mujer suspira sabiendo que es verdad.
El fútbol era su gran pasión. Por el mismo se había vuelto perseverante, disciplinado y organizado, o un poco organizado.
Cristian se había esforzado demasiado por una oportunidad como esa y por fin se le había dado. Era obvio que no iba a dejarla ir.-Cristian, tenés que pensar las cosas antes de mandar todo a la mierda- dice su padre un tanto irritado.
El adolescente está sorprendido y demasiado. Si creía que alguien se iba a poner seria e iba a costar más que diera el brazo a torcer sería su madre, nunca su padre. Siempre confió en que iba a apoyarlo, pero esta vez parecía no ser así.
-¿Pensar las cosas antes? ¿Te estás escuchando?- pregunta incrédulo. -Me están llamando para jugar en Boca, ¿Qué se supone que tengo que pensar?-
El chico no entiende esa oposición que sus padres muestran, siente que no es comprendido ni apoyado.
-Considerar todo el panorama Cristian. Si te va mal y no llegas a ningún lado, ¿Qué vas a hacer después? Porque seguramente hasta pensaste en dejar la escuela-
Cristian resopla.
-No me va a ir mal- contesta.
-¿Tan seguro estás? Porque después, cuando las cosas no salgan como esperaste, no te quiero llorando acá por el fracaso-
La mirada dura que tiene su padre sobre el lo hace sentir peor de lo que ya se siente. El apoyo que esperaba recibir es totalmente reemplazado por una postura que parece inquebrantable, dura y rígida.
Siente que la emoción y la felicidad que llevaba consigo se esfuma de a poco por las palabras que su progenitor le da.-Sí, estoy seguro- responde fingiendo que eso que le dicen no le afecta, aunque si lo hace y de forma fuerte.
Se retira de la habitación y se tira en su cama pensando en los sueños que tiene por cumplir, en que tiene que tener la convicción necesaria para que cuando triunfe su padre pueda tragarse sus palabras.
n/a: holaaa, cómo la ven? 👀
esperamos les vaya gustando💞- mily y lula
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𝗨𝗡𝗢 𝗟𝗢𝗦 𝗗𝗢𝗦; 𝗰𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝗰𝗵𝗮.
Fanfiction" 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗺𝗶, 𝘆𝗮 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗮𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗲𝗿𝗮 𝗮𝘆𝗲𝗿 " 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮𝗱𝗼𝘀.