¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑈𝑛𝑜 ________________ "𝟮𝟬𝟬𝟵"
—¿Señorita, se encuentra bien? —escuché, sintiendo como me sacudían con delicadeza.
Me dolía mucho la cabeza y sentía mi cuerpo tan adolorido, que decidí ignorarlo y seguir acostada disfrutando del aire que golpeaba mi cara.
Pero el hombre portador de la voz, seguía insistiendo. No tuve otro remedio más que abrir los ojos con pesadez.
Lo primero que vi fue la cara de un señor de no mas de cincuenta años viéndome interrogante, no le tomé mucha importancia.
Me senté y empecé a analizar mis alrededores.
Lo único que se veía eran arboles por montón. Trate de ir más allá y escuche un par de cascadas al norte, unos cuantos humanos acampando al oeste y bastantes animales esparcidos por todo el terreno. Estaba en un bosque, no muy lejos de alguna ciudad, los murmullos de toda la gente y el sonido de los autos me lo confirmaban.
De repente los recuerdos de anoche me inundaron y suspiré demasiado aliviada al darme cuenta de que el plan de las brujas había fracasado y que mi hechizo había funcionado.
Ya que de no ser así, el señor frente a mi no estuviera aquí para empezar.
Kaira: 1 / Brujas de Nueva Orleans: 0
—¿Necesita que llame a un doctor?—volvió a hablar el humano. Aguarda... ¿eso fue italiano?—. Señorita, ¿puede oírme?
Sonreí. ¡Estaba hablando italiano! Ya no cabía duda alguna de que mi hechizo había funcionado.
Ja! Que maravillosa bruja soy.
—Señor, ¿podría decirme donde estoy? —el humano me vio confundido pero aun así contesto:
—Volterra, Italia.
Reí e inconscientemente volví a echar mi cuerpo hacia atrás; fruncí el ceño al darme cuenta por primera vez que el cielo comenzaba a ponerse rojizo, ya estaba atardeciendo.
¿Cuánto tiempo habré estado inconsciente?
Volví a erguirme y mire al señor, él cual ya estaba mirándome como una loca. Trate de no rodar los ojos y le pregunté: