Quiero que te adaptes

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Al día siguiente, Tony despertó y se estiró con una enorme sonrisa en su rostro.

La llegada de sus amigos había alegrado mucho a Steve, más porque Bucky, Clint y Thor se dedicaron a explicarle muchas cosas mientras que él hablaba con sus amigos. Al finalizar la velada, notó como el rubio se veía un poco más relajado, así que lo llevó hasta su nueva habitación diciéndole que ahí era donde iba a dormir y vivir a partir de ahora.

El ingeniero se levantó y colocándose una camiseta que encontró a los pies de su cama, caminó hacia la habitación de junto para despertar al rubio hibrido que no había hecho ningún ruido;

- ¡Steve! - gritaba Tony desde fuera de la habitación y tocando la puerta suavemente en el proceso - ¿Steve? Voy a entrar - dijo abriendo la puerta tras no recibir respuesta y buscando al otro por la habitación. El moreno ingresó en el lugar y comenzó a buscar con la mirada, hasta que un enorme bulto azul es una esquina le llamo la atención - ¿Steve? - preguntó cuando el bulto se movió y dejó ver un par de orejitas rubias, seguidas de la cabeza del híbrido - ¿Qué haces ahí?

-buenos días- soltó bajito el rubio y se sentó, aún cubierto por la frazada, soltando un enorme bostezo bastante sonoro

-buenos días, cariño... – contestó viendo como el otro volvía a bostezar mientras se rascaba sus orejitas - ¿Qué haces ahí?

-ahí... Perdón

-cariño. - Tony se acercó y le tocó la mano con cariño, viendo como el rubio se retraía un poco pero no se movía - ¿porque no dormiste en tu cama?

-porque... n-no no puedo

- ¿por qué?

-porque si lo hago, me golpean... -susurró para luego ver al otro -Steve no debe subirse a las camas. Él debe dormir en el suelo... Como el animal que es- dijo con tristeza, envolviéndose de nuevo en la enorme frazada mientras se dejaba caer en el suelo

"¿Que le hicieron a este pobre chico?" pensó el genio acercándose un poco más y abrazándolo, sintiendo como el otro movía su colita

-cielo, está cama y todo lo de esta habitación es tuyo. Puedes tocarlo, jugar y usar lo que quieras. Creo que anoche no me exprese muy bien cuando te dije que ahora vivirías aquí- el rubio sacó su cabeza de entre la frazada

- ¿no mientes?

-no lo hago

- ¿enserio, Tony? - preguntó volviendo a su escondite

-enserio. Ahora, alístate y vamos a desayunar- el castaño se levantó y se encaminó a la puerta viendo como el chico se ponía de pie mientras movía su colita al caminar por la habitación. Tony aprovecho eso y se encaminó hacia la cocina con su teléfono en mano, haciéndole unas cuantas preguntas a Bruce quien bien sabia estaba despierto desde buena mañana.

Unos minutos después, Tony se encontraba sentado en el comedor esperando que llegara el desayuno, ya que no era muy dado para cocinar y antes de envenenar al cachorro con algo incomible, prefirió pedir exprés algo que ambos pudieran comer.

El genio estaba leyendo noticias en su Tablet cuando vio un par de orejitas cerca de la puerta, que se asomaban y se movían con curiosidad;

-Steve, puedes entrar. - dijo con una sonrisa, viendo al otro ingresar al lugar vestido con unos pants holgados y una camisa blanca -Ven, ya casi llega la comida- el otro asintió y acercándose con cuidado, se sentó en el suelo junto a Tony haciendo que este lo mirara extrañado - ¿porque te sientas ahí?

-para esperar mi comida- susurró el otro sin saber que más hacer más que jugar con sus manos

-tu comida se servirá en la mesa

Mi bello hibridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora