Cena incomoda

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Llegada la hora, Tony estaba sentado en la sala mirando su reloj con algo de nervios, ya que esperaba que de verdad todo saliera bien esa noche y que no hubiera ningún inconveniente entre Virginia y Steve, sabiendo que el ultimo debería pasarla muy bien ya que él debía reponer el daño que causo.

El castaño estaba sumido en sus pensamientos cuando sintió como su teléfono comenzó a sonar haciendo que el genio reaccionara y lo contestara al instante;

- ¿hola? – preguntó sin ver quien estaba llamando

- ¿Dónde estás? - escuchó la voz de Virginia al otro lado de la línea -Dijiste que venias por mi hace una hora

-lo siento mucho, amor. Estaba bañando a Steve y se me fue el tiempo...

- ¿disculpa? ¿bañando a quién? ¿Estuviste bañando a ese perro en vez de ir por mí?

-Peps... por favor, no te pongas así. Tú sabes que yo...

-sabes que, no quiero saber nada. Solo apresúrate por favor o no llegaremos a la reservación

-sí, amor. Ya vamos saliendo... - suspiró - ¿compraste el regalo de Steve?

-por supuesto, amor. Aquí lo tengo ya listo para ese... para Steve

-te lo agradezco

- ¿Tony? - escuchó el otro haciendo que se volteara y viera al rubio bajar por las escaleras con una camisa de vestir de color azul algo ajustada, unos pantalones de vestir, zapatillas y su cabello algo peinado hacia atrás -Steve... está listo

-bien... - respondió Tony sin aliento y algo sonrojado al ver como el otro movía la colita con vergüenza. El genio sonrió y colgó la llamada, para acercarse al hibrido quien se mantenía sonrojado

-vamos, cariño. Amaras al lugar al que te llevaré

-si- contesté Steve comenzando a salir del lugar junto con el otro y encaminándose hacia el parqueo del edificio.

Luego de unos minutos, ambos pasaron por Virginia, quien traía puesto un vestido elegante y el cabello suelto;

-hola, amor- exclamó está subiéndose al auto y besar de manera posesiva al castaño, haciendo que el rubio mirara hacia otro lado con algo de molestia y de celos.

Emprendieron el camino una vez mas y tras una hora de viaje, llegaron hasta un elegante restaurante que se encontraba cerca de la costa.

Al entrar al lugar, Pepper escogió una de las mesas que estaban cerca de la ventana. Odiaba tener que estar con Steve en la mesa y haría lo que fuera por hacer que su novio se enojara con él y que el hibrido se sintiera incomodo.

Cuando los ubicaron, el mesero les dejó los menús y se retiró dejándolos para que pudieran revisar la carta;

- ¿ya sabes que vas a pedir, Steve? - preguntó la mujer luego de un rato de ver como el rubio veía el menú sin entender nada. El hibrido negó

- ¿Qué comeremos Tony? - preguntó bajito y con algo de vergüenza, ya que sentía como varias personas lo veían, pero no por lo que él creía

-puedes pedir lo que quieras Stiff. Es una cena por tu cumpleaños- contestó el moreno con una sonrisa abriéndole el menú de nuevo y siguiendo con lo suyo. El rubio se movió incomodo y tocó levemente la mano del castaño - ¿Qué pasa?

-yo... no entiendo el menú, Tony- dijo de nuevo bajito haciendo a la rubia reír

- ¿acaso no sabes leer? - preguntó un poco alto haciendo que Steve se sonrojara con vergüenza y Tony la mirara mal

Mi bello hibridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora